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El Ayuntamiento de Valencia cerrará el año con 223 millones sin cobrar en multas e impuestos

El Ayuntamiento de Valencia cerrará el año con 223 millones sin cobrar en multas e impuestos

La morosidad se dispara en el IBI y se desploma la recaudación a las concesionarias de los aparcamientos, junto a la bajada en terrazas

Paco Moreno

Valencia

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Miércoles, 13 de diciembre 2017, 20:26

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El documento de ejecución del presupuesto municipal de Valencia a 30 de noviembre muestra una cantidad de 223,6 millones de euros pendientes de cobro, unos impagados en impuestos, tasas y multas que llegan hasta 2001. La cantidad es ligeramente inferior a lo que sucedió en las mismas fechas del año pasado, aunque refleja una morosidad tremenda.

Sólo en multas de tráfico las cuentas hablan de 60 millones de euros pendientes. La normativa indica que las sanciones prescriben a los cuatro años, por lo que los esfuerzos de la concejalía de Hacienda se centran en todo el papel acumulado desde 2013. La previsión es que esto mejore con el cobro a los conductores que tienen cuentas corrientes fuera de la ciudad, normalmente vecinos de municipios de l'Horta y el resto de la provincia. La intención es recaudar 15 millones de euros.

En cuanto al resto, las cantidades van disminuyendo conforme se alejan los años. En el caso de 2001, el primero que aparece en el listado, la morosidad es de sólo 458.897 euros, mientras que el pasado ejercicio se cerró con 36,99 millones pendientes de cobro. Eso es explica también por la caducidad de algunos conceptos como las multas.

El concejal de Hacienda, Ramón Vilar, explicó recientemente que el convenio con la Generalitat para el cobro de las sanciones de tráfico se ampliará a algunos impuestos, aunque se trata de una cuestión sin cerrar. Esta colaboración permite embargar las cuentas de los deudores aunque no tengan sus depósitos en sucursales de Valencia.

El documento indica también la recaudación que se ha conseguido en los once primeros meses del año referida a ejercicios cerrados. Asciende a 30,7 millones de euros frente a los 57,1 millones logrados en 2016. La cantidad total ha bajado aunque la gestión en este apartado ha empeorado bastante.

Un análisis al detalle de este ejercicio revela que la recaudación por recogida selectiva ha empeorado al pasar de 2,92 a 2,46 millones de euros. La cantidad de basura ha subido por lo que lo más probable es que hayan caído los precios de este tipo de productos.

Otro de los apartados que empeora es el cobro del canon de los aparcamientos en concesión. Mientras que en 2016 quedaban 203.230 euros pendientes de recaudación a estas alturas del año, ahora se ha elevado hasta los 527.437 euros. Sobre el papel, las restricciones al tráfico privado impulsadas por el gobierno tripartito deberían facilitar la ocupación de los parkings, pero la realidad es otra a la vista de las cifras y la dificultad de las empresas en hacer frente a sus obligaciones.

Algo similar ocurre con la tasa por la colocación de mesas y sillas de los bares en la calle. En este caso se añade además que no se ha cumplido la previsión de ingresos fijada el pasado enero en 2,6 millones de euros. El incremento de las terrazas de los últimos años gracias a la aplicación de la ley antitabaco y los efectos del turismo parece que ya ha llegado al límite. El Consistorio ha liquidado recibos por valor de 2,44 millones, una cifra ligeramente inferior.

Aunque más grave es el problema de la morosidad en el sector al sufrir un aumento de 648.805 euros el pasado año a 805.283 euros este ejercicio. No es algo que haga temblar las finanzas municipales, pero sí que ofrece un aviso de un sector fundamental en el cap i casal, protagonista los últimos dos años de varios conflictos con el gobierno municipal como el incremento de la tasa, la prohibición de estacionamiento nocturno en el carril bus y la lentitud en la concesión de las licencias de actividades.

En cuanto a la gestión para el cobro de las multas de tráfico, los agentes de la Policía Local han tramitado este año boletines por valor de 15,9 millones de euros, más del doble de los 6,5 millones presupuestados para todo el año. El motivo es que la morosidad es muy elevada desde siempre en Valencia y al Consistorio llega apenas uno de cada tres euros que se imponen.

Poco a poco esto va cambiando y el balance a 30 de noviembre indica que se ha alcanzado un 39,1% de cobro de todas las multas. En 2016 se llegó al 36,8% por las mismas fechas, por lo que la explicación del aumento se encuentra en el efecto de los embargos a los conductores de otros municipios, así como una ligera mejoría en la gestión. Las arcas municipales han recibido de momento 6,25 millones de euros.

La grúa se mantiene

La contrata de la grúa municipal se resolvió hace poco al rechazar la contrata actual seguir con el servicio, al considerar que el número de enganches y traslados al depósito ha bajado mucho en relación con las previsiones del concurso. Esta es la razón de que el Ayuntamiento haya presupuestado este año una recaudación de 3,3 millones, es decir, 900.000 euros menos que el pasado ejercicio.

De momento, los traslados a los depósitos y las tasas suman 2,54 millones de euros, mientras que en los once primeros meses de 2016 fueron 2,24 millones de euros. La intención del gobierno municipal es volver a sacar un concurso público, aunque con unas condiciones totalmente diferentes, sin la referencia de un precio por cada vehículo retirado sino por el conjunto del servicio. Algo similar a lo que se hace por ejemplo con la contrata de recogida de basura en Valencia o con otro tipo de contratas.

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