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ÁLEX SERRANO
Martes, 23 de mayo 2017, 00:02
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Lo que el pasado viernes se veía en las calles del centro de la ciudad no mejoró el sábado y tanto hosteleros como locales de ocio e incluso taxistas y empresarios de aparcamientos privados reconocieron ayer que el primer fin de semana con la prohibición de aparcar en el carril bus en marcha ha supuesto una importante caída de negocio para los primeros y apenas aumento con respecto a otros fines de semana para los segundos.
Los locales de ocio fueron los más duros. A través de un comunicado, la Federación de Ocio, Turismo, Juego, Actividades Recreativas e Industrias Afines de la Comunidad Valenciana (Fotur) tildó de «completo desastre para el sector» la medida: «Este fin de semana, Valencia ha estado completamente vacía». «Empresarios nos confirman que si esto sigue así, tendrán que efectuar despidos», lamenta la entidad en un comunicado, en el que constatan que la medida «va a afectar tanto al empleo directo como al indirecto en la ciudad». «Solicitamos al señor Grezzi que recapacite y que esta vez escuche a todas las partes pues la vida nocturna de Valencia está muriendo», indica la asociación. Su presidente, Víctor Pérez, asegura que han pedido una reunión con Grezzi y el concejal de Movilidad Sostenible no ha contestado pese a que reclamaron el encuentro hace meses.
La Federación Empresarial de Hostelería confirmó también que la situación no mejoró el sábado con respecto al viernes. «De lo que estamos viendo, las zonas más afectadas fueron Cánovas y Gran Vía Marqués del Turia», explicaron fuentes de la entidad, que recalcaron que hubo «retrasos de clientes e incluso alguna reserva cancelada».
Poco aumento de usuarios
Fernando del Molino, presidente de la Federación Sindical de Valencia y Valencia, destaca que el fin de semana ha sido «similar» a otros de este mismo año. Reconoce que la mejora de la crisis ha permitido aumentar el volumen de negocio: «Es difícil saber si ha habido más o menos clientes».
Tampoco los aparcamientos han notado un aumento brutal de los usuarios. Antonio Aspas, presidente de la Asociación de Aparcamientos Privados de Valencia, cree que es «pronto» para valorar la medida, pero reconoce que lo que han podido ganar este fin de semana «no han sido cantidades desorbitadas» porque «es pronto para decirlo: hay que saber si la Policía Local ha hecho cumplir la ley».
La oposición criticó ayer la medida, como viene haciendo desde que se anunció a finales de marzo. El portavoz de Ciudadanos en el Ayuntamiento de Valencia, Fernando Giner, alertó de que la prohibición afecta a más 500 bares de las zonas de Rufaza y Canovas. Según la modificación puntual del plan especial de protección de Rufaza-Sur Gran Vía, en la zona de Rufaza hay 303 restaurantes, pubs, discotecas y salones lounge mientras que en la zona de Gran Vía-Cánovas hay 242. «Ribó amenaza el empleo al dificultar la actividad económica. No piensa en las consecuencias», comentó.
El concejal de grupo municipal popular Alberto Mendoza destacó por su parte que Grezzi se negó en la Comisión de Movilidad a rectificar la medida. «Hemos presentado dos mociones en las que solicitábamos la rectificación de Ribó y ha votado en contra», comentó.
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