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LOLA SORIANO
Viernes, 5 de mayo 2017, 00:21
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Suma y sigue. Una nueva casa del Cabanyal situada en la 'zona cero' del barrio, entre la calle San Pedro y Luis Despuig, sufrió en la noche del miércoles un incendio al parecer provocado que puso en alerta a todos los vecinos y que movilizó a varios agentes de la Policía Local, dotaciones de Bomberos e incluso a un helicóptero policial.
Según los vecinos, es la cuarta ocasión en menos de un año que se producen aparatosos incendios en estos tramos de calle y aseguran que están al límite de su paciencia.
Uno de los colectivos que denuncia la preocupante situación del barrio es la plataforma Salvem el Cabanyal que precisamente la noche del incendio estaba celebrando una asamblea en su sede, el antiguo escorxador de la calle San Pedro donde el Ayuntamiento tiene previsto crear un Archivo Histórico con la memoria del Cabanyal y sus vecinos. «Estábamos en una reunión y nos avisó un peatón de que en la casa de al lado estaba saliendo fuego por las ventanas. De inmediato llamé al 112 y vinieron los Bomberos y la Policía. Minutos antes sacaron a tres personas que estaban dentro de esta casa abandonada», indicó Faustino Villora, miembro de Salvem.
Villora recuerda que una pequeña casa adosada a la siniestrada ya se pegó fuego hace unos cinco meses. «Estas casas están tapiadas, la gente cree que no hay nadie, pero los ocupas e indigentes han ido haciendo butrones y comunican con agujeros las propiedades», añade.
Se da la circunstancia de que la casa incendiada es de propiedad municipal y está en el listado de proyectos pendientes de obtener presupuesto para rehabilitarse.
Otra vecina de la zona, Sefa Blat, explica que «están hartos de estar en constante situación de alerta. Siempre queman las mismas casas y tenemos todo lleno de ocupas, indigentes y bolsas de pobreza que acumulan basuras y chatarra en las casas y aquí se permite todo».
Villora añade que han denunciado «en varias ocasiones que esta casa la estaban usando para inyectarse la droga los toxicómanos y sabemos que hay varias más en el barrio. Lo que queremos es que se hagan cumplir las mismas normas municipales que se incluyen en las ordenanzas. Si se respetaran, no tendríamos estos problemas y otros como la celebración de partidos de fútbol en las calles a las 2 de la madrugada».
Vecinos de la calle Luis Despuig que viven justo enfrente de la última casa siniestrada apuntan que «a horas punta llegan a meterse hasta 15 personas a drogarse, incluso una persona con poca movilidad. No podemos dormir y nuestros hijos están viendo cosas que no deberían de permitirse. El día del incendio estas personas estaban sacando colchones por las ventanas para llevárselos a otros sitios». Indican que hay una persona «en concreto un italiano que pega patadas a las puertas de las casas y cobra a los indigentes y drogadictos por meterse dentro».
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