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Estacionamiento nocturno en el carril bus. :: j. signes
Los barrios de Valencia también rechazan la prohibición de aparcar en el carril bus

Los barrios de Valencia también rechazan la prohibición de aparcar en el carril bus

Orriols, Benimàmet, Nou Moles y Benimaclet protestan por la prohibición que quieren imponer Ribó y Grezzi

ÁLEX SERRANO

Jueves, 6 de abril 2017, 19:44

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Los vecinos de los barrios situados en la periferia de la ciudad no ven con buenos ojos la prohibición de aparcar en el carril bus. Así lo aseguraron ayer presidentes de varias entidades de barriadas lejos del centro que entienden que el aparcamiento en el carril bus es una de las pocas maneras que tienen de llegar a las zonas de ocio de Ciutat Vella. Estas manifestaciones demuestran que la Federación de Asociaciones de Vecinas de Valencia está dividida en dos bandos muy claros: las entidades que viven en el centro y sufren las molestias del ocio nocturno, muy favorecida por el aparcamiento en el carril bus, y las que viven en la periferia.

Un ejemplo de esto último es María José Navarro, presidenta de la Asociación de Vecinos de Benimàmet. Para la dirigente vecinal, la prohibición «debería ser la segunda parte de un proyecto de agilización e incremento del transporte público (bus y metro) en el que se debería reforzar el bus nocturno y garantizar la frecuencia de paso durante el día». Navarro asegura que la necesidad de mejorar el servicio es imperiosa porque la medida les complicará el acceso al centro, «pero como siempre». Lo cierto es que en Benimàmet se sienten abandonados en lo que a transporte público urbano se refiere.

El sector del taxi sale en defensa de la medida

  • El sector del taxi emitió el miércoles una nota de prensa, firmada por todas las asociaciones del taxi, en la que aplauden al concejal de Movilidad, Giuseppe Grezzi, por la medida. Cabe destacar que los taxistas han organizado manifestaciones contra el Consistorio por no prohibir aparcar en el carril bus. En el comunicado, indican que Grezzi ha realizado «un magnífico trabajo» al eliminar un problema que, aseguran, «tanto incomodaba a toda la ciudad». Los taxistas hacen hincapié en que no permitir aparcar en el carril bus educará a los jóvenes en que no cojan el coche cuando han bebido.

Parecido piensan sus vecinos de Orriols. La presidenta de la Asociación de Vecinos de Orriols-Rascanya, Maica Barceiro, comenta que la prohibición «en principio» pretende reducir «los problemas de coger transporte público por la poca visibilidad», pero asegura que les dificulta el acceso al centro. El concejal de Movilidad Sostenible, Giuseppe Grezzi, «tendría que habernos oído sobre todo las opiniones de los ciudadanos y ciudadanos para poder decidir».

La presidenta de la Asociación de Vecinos de Nou Moles, Casilda Osa, comenta que le parece «muy mal» la medida. En Nou Moles se sienten particularmente agraviados por la falta de transporte público, por lo que la opción de aparcar en el carril bus siempre era una opción que valoraban para ir al centro. «Grezzi piensa que todo el mundo que coge el coche y lo deja en el carril bus lo hace porque va a beber o de fiesta pero no es así, cuando hay conciertos en Viveros va mucha gente y lo deja en el carril bus y no pasa nada. Yo lo he hecho varias veces y ahora no podré hacerlo», se lamenta Osa.

En Benimaclet tiran de empatía para enfrentarse a la medida. El portavoz de la asociación de vecinos del barrio, Paco Guardeño, explica que se ponen en la piel «de los residentes que no tienen plaza de garaje, bien porque no hay suficiente oferta de plazas, o bien porque económicamente no pueden acceder a ellas. Estos vecinos tenían la posibilidad de aparcar al menos por la noche». Guardeño comenta que «mucha gente» de los pueblos de alrededor de la ciudad vienen a Valencia a cenar, al cine... «y no hay tantos aparcamientos», dice.

Alfonso Cortés, presidente de la Asociación de Vecinos de Malilla, tirando de ironía, califica la medida de «buena noticia para los taxis», pero de «mala» para los vecinos, mientras Vicent Soler, homólogo suyo en la Asociación de Vecinos de San Marcelino, comenta que en su entidad son mayoría quienes piensan «que se debería estudiar caso a caso».

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