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Vista del nuevo campamento desde el hueco de una cerradura reventada en la puerta. :: juanjo MOnzó
La policía ordena a los chabolistas del centro de Valencia desalojar su nuevo asentamiento

La policía ordena a los chabolistas del centro de Valencia desalojar su nuevo asentamiento

Los okupas se habían comprometido a abandonar el solar al que se trasladaron a las pocas horas de ser expulsados de otro

J. A. MARRAHÍ

Viernes, 15 de junio 2018, 16:00

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Parece el juego del gato y el ratón, pero al menos la Policía Local está poniendo empeño y perseverancia en hacer cumplir la ley hasta donde alcanzan sus competencias. Agentes del cuerpo municipal ya han instado a los okupas de la calle Murillo a que abandonen el solar que invadieron a las pocas horas de ser desalojados de otro propiedad de la Generalitat en la misma calle y a sólo dos manzanas.

La intervención de los agentes se produjo el miércoles, después de que LAS PROVINCIAS publicara la sencilla 'mudanza' en la que se había convertido el desalojo del lunes. Después de sucesivas quejas vecinales por malos olores, griteríos, hogueras, insectos y roedores, la Policía Local intervino, como ya hizo en diciembre, para retirar el asentamiento en un terreno de la Entidad de Infraestructuras de la Generalitat (EIGE).

Sin embargo, varios vecinos vieron como los okupas, un clan de unas diez personas de origen rumano, desplazaban parte de su campamento a otro terreno más pequeño y oculto a escasos metros, en el número 14 de la calle Murillo. Al conocer la nueva ocupación ilegal, los agentes se presentaron el miércoles en este punto y comunicaron a los okupas que debían marcharse en 24 horas. De momento, han conseguido su compromiso y prevén comprobar si obedecen.

En caso de que no accediesen a sus indicaciones, la policía trataría de localizar al propietario del solar para comunicarle la ocupación y ofrecerle la posibilidad de denunciarla. Igualmente, los agentes regresarían ante cualquier molestia a los nuevos vecinos del asentamiento. La Policía Local no está autorizada para un desalojo por la fuerza, algo que sólo se puede realizar a partir de una orden judicial. Tampoco puede alterar la propiedad reforzando su seguridad con tapias más altas, vallas o accesos más férreos, una tarea que correspondería al dueño.

«En verano era terrible»

Mientras, los vecinos del primer solar desalojado, a pocos metros de las torres de Quart y del Conservatorio Profesional de Música, muestran su satisfacción. Según Encarna Clérigues, «cuando llegaba el verano la situación empeoraba y era terrible... insectos por todas partes y olores nauseabundos de basura o excrementos». Equipos de limpieza han llenado dos camiones con restos.

Este diario ha consultado dos veces durante esta semana al Ayuntamiento de Valencia para saber si sus Servicios Sociales han movido ficha en el asunto, bien ofreciendo alojamiento u otro tipo de apoyo al clan desalojado, entre cuyos miembros hay una embarazada. Desde la Policía Local indicaron que en la intervención del lunes trabajaron mano a mano con personal de este departamento. Sin embargo, la Concejalía de Servicios Sociales, bajo el mando de Compromís, no tenía el miércoles «ninguna información», como indicó un portavoz.

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