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Dos bomberos presencian el aterrizaje del helicóptero en el que fue trasladado el cadáver de la espeleóloga de Xàtiva. :: c. p. bombers
Dieciséis horas en el abismo

Dieciséis horas en el abismo

Un helicóptero rescata el cuerpo de la víctima, que sufrió la caída de una roca del techo cuando había completado un descenso de 40 metros

J. A. MARRAHÍ

Lunes, 27 de febrero 2017, 23:49

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Fue el último descenso para Ana Isabel Martín, una espeleóloga de Xàtiva federada y con experiencia que el domingo se topó con la fatalidad en el paraje Molló de la Creu de Gandia. Tras un complejo rescate de dieciséis horas, el cuerpo sin vida de la deportista fue trasladado a primera hora de ayer con un helicóptero a Gandia.

La víctima nació en noviembre de 1962. Tenía 50 años y actualmente estaba adscrita a Espeleoclub Resaltes de Murcia. Andrés Hurtado, presidente de la Federación de Espeleología de la Región de Murcia, lamentó su muerte y destacó que estaba federada «al menos desde el año pasado».

Los miembros de Resaltes se encontraban ayer consternados. «Ha sido una dura pérdida de una buena compañera y amiga», lamentaron. Según la versión de quienes vivieron el accidente, el suceso ocurrió cuando un pequeño grupo de siete espeleólogos experimentados se encontraban en la sima Aven del Abismo.

Al parecer, no todos habían descendido cuando sobrevino el percance. Ana Isabel fue una de las primeras en recorrer los 40 metros del pozo. Iba perfectamente equipada y llevaba el casco, pero en esta ocasión no fue suficiente para salvarle la vida. «Fortuitamente, una piedra se desprendió del techo e impactó contra nuestra compañera», explican los miembros de Resaltes. Sobreponiéndose a los nervios, sus compañeros intentaron reanimarla durante más de media hora. Al mismo tiempo, alertaron al 112, que recibió el primer aviso de la emergencia a las 15.15 horas del domingo.

A partir de ahí comenzó el complejo rescate bajo tierra en el que trabajaron bomberos especialistas de Valencia y Alicante, junto al helicóptero de la Generalitat. La víctima fue izada con una camilla rígida. Como no había otro modo de trasladarla que no fuera con helicóptero y ya caía la noche se optó por aplazar la evacuación del cuerpo sin vida. Dos especialistas de rescate permanecieron toda la noche junto al cadáver hasta que, al amanecer, se movilizó de nuevo la aeronave de la Generalitat. Sobre las 7 horas de ayer, se completó la operación y el cuerpo de Ana Isabel Martín llegó al fin al helipuerto de Gandia.

Una docena de accidentes

La Federación de Espeleología de la Comunitat fue alertada por si se precisaba un equipo adicional para la intervención, algo que no fue necesario. Su presidente, Hilario Ubiedo, resaltó que la espeleología «no se puede considerar un deporte de riesgo», aunque eso no impide que los accidentes «sucedan igual que se producen en carretera o por una caída en escaleras». En la Comunitat hay 1.100 aficionados federados y el año pasado la entidad contabilizó una docena de siniestros. Sólo uno de ellos revistió cierta gravedad y fue por un resbalón en un pozo. El resto consistieron en contusiones o esguinces. Según Ubiedo, «la inmensa mayoría de quienes practican la espeleología han recibido formación previa y van adecuadamente equipados».

Además de la tragedia en Gandia, una pareja fue rescatada ayer tras extraviarse cuando realizaba una excursión al barranco de La Sal de Crevillent. Iniciaron la subida al paraje sobre las 18.30 del domingo y se perdieron al tomar un atajo de vuelta. Un equipo de bomberos con perros de rastreo localizó a ambos a las tres de la madrugada.

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