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Un grupo de personas espera en una parada de la plaza de la Reina. :: juan j. monzó
La Defensora del Pueblo abre expediente por los cambios en la EMT que impulsó Giuseppe Grezzi

La Defensora del Pueblo abre expediente por los cambios en la EMT que impulsó Giuseppe Grezzi

El órgano pide información al Ayuntamiento de Valencia tras recibir una denuncia vecinal por las modificaciones en las líneas 8 y 11

ÁLEX SERRANO

Viernes, 20 de enero 2017, 18:13

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La Defensora del Pueblo, Soledad Becerril, ha abierto expediente al Ayuntamiento de Valencia y la concejalía de Movilidad Sostenible por los cambios en las líneas de la EMT. La denuncia de un vecino del barrio de Trinidad, Francisco Tamayo, ha llevado al órgano a reclamar información al Consistorio sobre los cambios llevados a cabo el pasado verano que han empeorado su conexión con el centro de la ciudad, según Tamayo y otros vecinos de la zona (las entidades vecinales de Orriols se han desgañitado pidiendo el retorno de los trayectos anteriores a la remodelación).

Así las cosas, según una misiva enviada por la Defensora del Pueblo el pasado día 17 de enero, la entidad ha solicitado al Ayuntamiento de Valencia «el envío de información a fin de proceder a un estudio más profundo sobre la cuestión suscitada en su queja», referente a los cambios en las líneas 8 y 11.

Tamayo, antiguo dirigente de la Asociación de Vecinos y Comerciantes de la calle Alboraya y Adyacentes, explica en su queja que pide amparo «ante el gravísimo problema acometido por un decretazo por parte del Ayuntamiento de Valencia y de su concejal de Movilidad, Giuseppe Grezzi». El vecino comenta que la línea 11 ha cambiado su recorrido y ahora «obliga a cruzar nueve puntos negros» en la calle Almazora, donde se encuentra la nueva parada. Este es el verdadero caballo de batalla de los vecinos del norte de salud. En la calle Pintor Salvador Vilar se encuentra un centro de especialidadesal que acuden miles de vecinos de barrios situados al norte del Jardín del Turia, y critican que la nueva parada se encuentra lejos de la entrada del centro. «Hay que cruzar un carril bici, cuatro carriles de tranvía y cuatro de coche, ha sido una atrocidad que ha dañado a miles de ciudadanos, cientos de ellos con movilidad reducida, incluido un invidente de 68 años que no puede ser autosuficiente para ir al centro de especialidades», lamenta Tamayo en la queja remitida a la Defensora del Pueblo. «El argumento por parte del presidente de la EMT -Grezzi- es que así se le ganan 4 o 5 minutos en el recorrido total de la línea. ¿No es más importante la seguridad de las personas, sobre todo de las mayores de 60 años?», se pregunta Tamayo.

Respecto a la línea 8, que también es objeto de las protestas de este vecino y de muchos residentes en los barrios del norte de la ciudad, Tamayo explica que ha sido «cortada por la mitad, creando un gravísimo problema para desplazarnos hasta el nuevo Hospital La Fe». Cabe recordar que la construcción del hospital en Malilla no vino acompañada de una actualización del mapa sanitario de la ciudad, una vieja reivindicación vecinal, lo que supone que decenas de miles de residentes en los barrios que antes rodeaban a la Fe de Campanar sigan asignados al nuevo centro hospitalario. «Con este cambio se tiene que hacer transbordo cuando con la línea que teníamos accedíamos directamente a la nueva Fe en apenas 35 minutos. Con este cambio ejecutado antidemocráticamente, cuesta de 45 a 50 minutos, creando un grandísimo daño, sobre todo a personas mayores y con movilidad reducida», denuncia el vecino. Esta línea también ha suscitado las protestas de la Asociación de Vecinos Zaidía-Orilla del Río, que se llegó a plantear incluso cortes de tráfico para protestar por una situación que consideran que supone un grave problema para el barrio.

Las modificaciones en las líneas de la EMT están lejos de dejar de ser un quebradero de cabeza para la empresa municipal, aunque siempre han argumentado que todas las líneas han subido en cantidad de viajeros después de los cambios. Vecinos de prácticamente todos los barrios afectados por los cambios comenzaron una recogida de firmas que se prolongó hasta el día de ayer.

Virgen del Carmen-Beteró quiere que vuelva el recorrido de la línea 31, algo que parece complicado sobre todo después de que Grezzi visitara la asociación y explicara los motivos del cambio. El barrio de Nou Moles, por su parte, es uno de los más combativos: ha recogido más de 3.000 firmas, según explican desde la asociación de vecinos, y continúa con la labor a la espera de que el Consistorio escuche sus reivindicaciones y permita el retorno de la línea 81 en su recorrido anterior.

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