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Una valla impedía ayer el paso a los vehículos por la carretera CV-428 que da acceso a Cortes de Pallás. :: miguel aparici
El derrumbe obliga ahora a colocar pantallas e inyectar hormigón en Cortes

El derrumbe obliga ahora a colocar pantallas e inyectar hormigón en Cortes

La Diputación abrirá mañana al tráfico la carretera CV-428 que da acceso a la localidad «si se cumplen las garantías de seguridad»

D. GUINDO

Miércoles, 7 de diciembre 2016, 23:57

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Hace ahora prácticamente un año, los vecinos de Cortes de Pallás respiraban aliviados. Después de ocho meses incomunicados, al fin se abría al tráfico la carretera CV-428 que da acceso a la localidad, vial que había quedado inutilizado después de que se desplomara una parte de la montaña. Por eso, cuando el 5 de diciembre los escombros volvieron a caer sobre la carretera y obligaron a suprimir la circulación saltaron todas las alarmas en la población, donde los vecinos se preguntaban si todos los trabajos desarrollados durante ese tiempo habían servido para algo. Desde la Diputación de Valencia aseguraron en su momento que sin las actuaciones preventivas adoptadas, el último derrumbe habría causado un auténtico desastre y se apresuraron en marcar distancia entre ambos sucesos.

Sin embargo, y pese a las actuaciones iniciales, el nuevo desplome de rocas obligará a adoptar más medidas: pantallas para proteger la carretera y hormigón proyectado para tratar de asegurar la ladera.

Al respecto, el diputado de Carreteras, Pablo Seguí, se reunía ayer con técnicos de la Corporación provincial e Iberdrola y los responsables del Ayuntamiento de Cortes de Pallás, con el fin de analizar los trabajos dirigidos a reabrir la carretera.

Tras la evaluación que se realizó ayer, el próximo viernes los técnicos de la Diputación volverán a examinar el terreno y esperan certificar la reapertura de la CV-428 este mismo fin de semana. Desde la Corporación volvieron a resaltar que la vía permanece cerrada al tráfico por precaución, aunque se encuentra en servicio por si algún vehículo de emergencias necesitara transitar por ella.

Según explicó Seguí, los trabajos que se están realizando en la actualidad se centran en el saneamiento de la zona del desprendimiento, y que consisten en tirar todo el material suelto que aun queda en la ladera al camino de Otonel. «Cuando los alpinistas acaben de despejar todos los escombros, se limpiará la carretera», apuntaron desde la Diputación. Mañana viernes está previsto que finalicen estos trabajos y serán los técnicos de la Corporación los que certifiquen que se puede restablecer la plena circulación.

Además, en la reunión mantenida ayer, se acordó que la empresa Iberdrola instalará pantallas dinámicas que protejan la carretera de posibles caídas de piedras provocadas por fuertes temporales, como el registrado estos días. De este modo, remarcó el diputado, «se asegura todo el perímetro de la ladera para evitar que cualquier otro episodio de lluvias afecte al estado de la carretera». Para finalizar las actuaciones, añadieron, se va a fijar la zona donde han caído los escombros mediante bulones, hormigón proyectado y drenajes. «Todo ello, a cargo de la propia Iberdrola», subrayaron desde la Diputación que, por su parte, «mantendrá su compromiso de seguir invirtiendo en los accesos a Cortes y controlando la evolución de las rocas de la ladera para garantizar la seguridad en la zona».

Este último desprendimiento es el resultado de las intensas precipitaciones registradas en la Comunitat durante los últimas semanas, especialmente en el interior de la provincia de Valencia. En concreto, en la primera semana de diciembre se ha recogido 232,1 litros por metro cuadrado en Barx, 215 en Bolbaite, 188,4 en Antella y 182,6 en l'Atzúbia.

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