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L. SORIANO
Jueves, 20 de octubre 2016, 11:53
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La asociación de vecinos Malvarrosa y Amics de la Malva, que se fusionaron el pasado julio, tienen que celebrar sus reuniones en plena calle por falta de espacio. La asociación Malvarrosa, que fue una de las primeras en fundarse en democracia, se quedó en mayo sin local, después de que el Consistorio les comunicara por escrito que tenían que dejar la sede que sufragaba el Ayuntamiento por un acuerdo histórico. Aunque les propusieron la sala de un colegio, esta opción se descartó por ser poco viable y los vecinos lamentan que les sacaran del local con prisas.
El portavoz del nuevo colectivo, Pau Díaz, asegura que no han encontrado apoyo en el Ayuntamiento. «Van a ofertar locales en varios puntos, pero en este barrio no hay y lo que exigimos es una biblioteca o Ateneo». Apunta que se sienten decepcionados «porque hablan de dar participación ciudadana y no facilitan los cauces para hacerlo en condiciones». Y es que sólo tienen un local de 30 metros cuadrados, cedidos por un residente, «para compartir entre la asociación, un grupo de consumo alternativo y uno de yoga».
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