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La psicóloga Silvia Congost, ayer, durante la conferencia. :: irene marsilla
Silvia Congost: «Los actos, no las palabras, son los que dicen si una persona nos quiere»

Silvia Congost: «Los actos, no las palabras, son los que dicen si una persona nos quiere»

La especialista inaugura el curso del Aula LP con una charla sobre la dependencia emocional y cómo identificar los factores de riesgo

ISABEL DOMINGO

Viernes, 23 de septiembre 2016, 01:16

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«¿Por qué sufrimos por amor?». Fue la primera pregunta que la psicóloga y escritora Silvia Congost lanzó ayer a los asistentes al arranque del nuevo curso del Aula LAS PROVINCIAS en el Ateneo Mercantil de Valencia, que presentó el jefe de opinión de LAS PROVINCIAS y coordinador del Aula LP, Pablo Salazar. Cerca de 300 personas se acercaron hasta este espacio para conocer qué es la dependencia emocional, cómo se llega (y se sale) de ella y qué factores son los que deben hacer saltar las alarmas en una pareja.

Porque, como apuntó esta experta en terapia de pareja, «una relación es un vínculo por el que elegimos a una persona pero nunca debemos hacerlo desde la necesidad. Si sucede como algo que necesitamos, algo a lo que no podemos renunciar, es dependencia emocional, una adicción que se puede superar». Y, como adicción, también tiene su síndrome de abstinencia cuando se trata de rememorar los momentos vividos, por ejemplo. «Puede hacer mucho daño», insistió.

Es ahí cuando entra en escena el concepto de «amor racional» que plantea Congost y para que el que, aseguró, «no estamos preparados porque no lo hemos incorporado a nuestra educación». Al revés. A su juicio, las canciones, las películas o los juegos «que nos transmiten desde pequeños nos llevan a creer que el amor es para toda la vida». «La persona que afirme que el amor es para toda la vida no está en su sano juicio», advirtió la psicóloga. «Mejor sería decirle al otro que te amo hoy y me gustaría que siguiera así porque no sabemos qué puede pasar mañana», añadió.

Esperar por los hijos

En este punto, Congost, que es autora de libros como 'Cuando amar demasiado es depende' y 'Autoestima automática', retrocedió hasta 1981 y la aprobación de la ley del divorcio para explicar que fue entonces cuando aparecieron los primeros casos de dependencia emocional, sobre todo de mujeres que no querían romper la relación de pareja «por el qué dirán o por los hijos», como, además, reconocieron varias asistentes en el coloquio posterior. Un aspecto en el que la psicóloga insistió que no se debe caer «para tratar de evitar que los hijos aprendan de esos ejemplos tóxicos. Se les hace más daño de esta forma».

Por ello, insistió esta especialista que sufrió personalmente un caso de dependencia emocional, «hay que pensar en el amor de manera racional, saber poner límites, establecer qué cualidades quiero de la otra persona...»

E, insistió, «si no nos gusta la persona, debemos irnos. Si no nos gusta pero seguimos ahí, si intentamos convencernos de que un día todo funcionará, hay dependencia emocional». Desveló en este punto una de las preguntas que siempre plantea en su consulta para arrancar a trabajar: «si tu pareja fuese igual dentro de diez años, ¿la elegirías? Cuando hay una relación dependiente, todos responden no».

Cuidar las relaciones

Llegaron entonces los ejemplos de casos de esta adicción emocional. El primero, el 'Ya no me aman', «cuando la actitud de súplica de una parte hace que el otro se sienta culpable y deciden luchar por la relación». Porque, como resaltó, «una relación hay que cuidarla día a día. Los actos, no las palabras, son los que nos dicen si una persona nos quiere».

El segundo es el llamado 'Dejo de ser yo', donde Silvia Congost reflejó como algunas personas dejan su autorrealización para estar con su pareja «y llega un momento en que ya no nos reconocemos en el espejo porque hemos abandonado lo que nos gustaba».

Por último, el maltrato psicólogico o físico, «que vulnera nuestros derechos básicos y nuestra dignidad». Es el caso del «dónde vas así vestida o los insultos en público». La psicóloga se puso firme y remarcó que «cuando alguien maltrata, lo tiene incorporado a sus conductas y lo ve normal. No va a cambiar». Y alertó Congost sobre cómo las relaciones dañinas y controladoras con la excusa del «porque te quiero» son cada vez más frecuentes, según ha observado entre sus pacientes.

¿Su recomendación para «curarse»? «Contacto cero» y, si es necesario proceso terapéutico, para deshacerse de una persona tóxica, bien sea la pareja, un amigo o un familiar. ¿Un consejo final? Sí, «una pareja con una relación sana se traduce en vivir más y mejor».

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