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Padres y alumnos protestan en la entrada del local de Xàtiva que acogió el acto. :: b. gónzález
Marzà sufre la primera protesta de padres afectados por el cierre de aulas

Marzà sufre la primera protesta de padres afectados por el cierre de aulas

Las familias aprovechan un acto de Compromís para afearle el recorte aplicado en el Claret de Xàtiva y el conseller alega que se ha cumplido la ley

BELÉN GONZÁLEZ

Sábado, 7 de mayo 2016, 23:23

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El conseller Vicent Marzà vivió ayer la primera protesta de padres de un colegio afectado por los cierres de aulas concertadas. Sucedió en Xàtiva, donde la planificación ideada para el curso que viene implicará que el Claret pierda una unidad de Primaria, concretamente de la línea en valenciano, lo que dificultará, según explica el Ampa en un comunicado, la escolarización de los niños que optan por la lengua materna. La convocatoria fue impulsada por la asociación de padres aprovechando que el conseller acudía a un acto del partido, que se celebró en la Casa de la Cultura ante la amenaza de lluvia, pues inicialmente se programó en una plaza.

Con pancartas con eslóganes como 'Els pares i mares volem triar' o 'Pel dret a triar col·legi', alrededor de un centenar de personas esperaron al conseller a la entrada del edificio. Aunque no escuchó la protesta porque finalmente accedió por otra zona, sí tuvo que sufrir estoicamente los gritos de 'libertad' que los padres que pudieron acceder al salón de actos le dirigían.

Antes de empezar, Marzà atendió a representantes del Ampa, que también consiguieron respuestas en el auditorio una vez se abrió el turno de preguntas, pues varias estuvieron relacionadas con el cierre. El conseller dijo que se ha cumplido con la ley, en referencia a la ratio mínima exigida, por lo que el curso que viene la línea citada perderá la unidad. Lógicamente, no convenció a los afectados presentes.

El presidente del Ampa, Toni Solves, se preguntaba ayer cómo se puede suprimir una clase cuando aún no ha empezado el periodo de matriculación. «Ellos dicen que no hay suficientes niños, cuando serán diez o doce los que se quedarán en la calle según las solicitudes que espera el centro», señaló.

Aunque admitió el impacto de la menor natalidad y habló de «la mala planificación» de gobiernos anteriores, criticó que tengan que pagar «los platos rotos», antes de apuntar que en los centros públicos, también afectados por la tendencia demográfica, no se han cerrado aulas.

El conseller, en sus intervenciones, dijo que no se ha mirado «si se beneficia a una titularidad u otra, sino miramos que todos los centros tengan la mejor educación», aseguró. Ante las interrupciones al grito de 'libertad', Marzà dijo que hay que tener claro este concepto. «Libertad no quiere decir que la administración debe pagar a cada padre o madre la escuela que quiera para su hijo, sino garantizar la suficiente oferta para que todo el mundo pueda elegir», explicó, antes de preguntar a los asistentes: «¿Hemos de pagar el Liceo francés al padre que quiera llevar allí a su hijo?»

Marzà también recurrió a un ejemplo curioso. «Cuando uno tiene una casa no la cierra y se alquila otra, eso no tiene sentido desde el punto de vista de la gestión pública», dijo, en referencia a su denuncia de que el PP cerraba unidades de la pública para abrirlas en la concertada. Tras insistir en que la administración debe centrarse en los colegios de su titularidad, destacó que si a alguien «no le gusta lo que se oferta en la educación sostenida con fondos públicos se va a la privada y se la paga». También se le interrogó sobre la denegación del concierto a la Escuela Infantil Betania, tutelada por la Iglesia Evangélica. Marzà contestó que no se concertarán nuevos centros mientras exista oferta suficiente en los públicos.

El caso del Claret es llamativo. En la propuesta de arreglo inicial iba a perder dos aulas de Primaria, lo que en la práctica dejaba herida de muerte la línea en valenciano, por no alcanzar la ratio mínima de alumnos exigida por Educación. Finalmente, la planificación definitiva, oficial desde el viernes, redujo el recorte a una. El problema es que al centro se le había notificado por parte del Ayuntamiento de que finalmente no le afectarían los cierres, una idea que también se deslizaba, aunque con ambigüedades, en una nota de prensa de Educación. Es decir, el alivio duró pocas horas.

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