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La gran mayoría de las carreras de las universidades públicas están repetidas

La gran mayoría de las carreras de las universidades públicas están repetidas

El Ivie atribuye a las privadas una mayor especialización en sus grados, donde sólo se duplican el 66% del total

J. BATISTA

Sábado, 6 de febrero 2016, 19:18

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El tercer informe del Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (Ivie) sobre la contribución social de las universidades públicas también incluye un detallado análisis de la oferta académica, concluyendo que el 17,1% de los títulos de grado son exclusivos de un solo centro, de lo que se desprende que los restantes -82,9%- están repetidos en al menos dos facultades distintas. El caso más extremo es Administración y Dirección de Empresas (ADE), presente en las cinco públicas y en las tres privadas, lo que significa que en la Comunitat hay ocho carreras en total.

El estudio también entra a valorar la oferta de estas últimas, pues al fin y al cabo compiten por la atracción del alumnado. Además, se cuestiona la planificación de nuevo ingreso, en el sentido de que se combinan carreras con falta de plazas con otras en las que la demanda difícilmente cubre las previsiones.

Respecto a los grados del sistema público, suman 187 frente a los 88 de las privadas. En ambos casos la cifra no se refiere al título sino a la oferta total, por lo que por ejemplo ADE computa como ocho diferentes. En cuanto a la primera red, la Universitat ofrece en exclusiva 13 de sus 60 estudios oficiales (se incluyen dobles grados y los de los centros adscritos), lo que supone que el 78,3% están duplicados. La cifra es menor en la Politècnica (69%), que es la más especializada, aunque bastante mayor en las otras tres. En Alicante el porcentaje alcanza el 92,5%, en la Jaume I el 90,3% y en la Miguel Hernández el 85,2%.

Las cifras son distintas en las privadas. A nivel global su tasa de exclusividad alcanza el 34,1% frente al 17,1% de las públicas, lo que se traduce en que el 65,9% de los grados que ofrecen se repiten en el sistema. Son 17 puntos menos. La más especializada es la Católica (56,1% de títulos duplicados), seguida de la CEU Cardenal Herrera (70%) y de la Europea (82,4%). La clave de la diferenciación está, sobre todo, en el impulso de los dobles grados.

El informe del Ivie ve una ventaja competitiva en esta situación. «Las privadas han sabido introducir flexibilidad y rasgos diferenciales en su oferta académica apoyándose en estructuras de reciente creación. Su capacidad de captar estudiantes por esta vía muestra que es un camino para adaptarse a las nuevas demandas de estudios», señala, antes de añadir que las públicas tienen «un perfil más tradicional, con estudios de grado que son en más casos la prolongación de antiguas licenciaturas y en menos ofertas para nuevos profesionales».

Los datos utilizados en el informe se corresponden al curso 2014-2015, y por lo tanto, no recogen las nuevas incorporaciones de los centros públicos, que sí tienen un claro componente de especialización. En la Universitat ha empezado a funcionar Ciencias Gastronómicas, en la Politècnica ADE+Ingeniería Informática y en la de Alicante Ingeniería Robótica. Son títulos que no existían o dobles grados que buscan un perfil de alumnado diferente.

En junio de 2013 las universidades públicas y la Generalitat firmaron un convenio que perseguía racionalizar la oferta académica de los centros. Era el llamado mapa de titulaciones. Pese a que se sondeó la posibilidad de eliminar grados repetidos y poco demandados, lo cierto es que el acuerdo oficial se limitó a introducir restricciones en cuanto a la creación de nuevos títulos. De hecho, blindó los existentes asegurando que la oferta de entonces (muy similar a la actual) era «coherente tanto en su número como en su distribución territorial».

En cuanto a la oferta de nuevo ingreso, el Ivie pone el foco en que en todas las universidades públicas «hay al menos cinco titulaciones en las que los alumnos preinscritos en primera opción son muchos menos que la oferta de plazas en primer curso». Aunque casi todas se acaban llenando con estudiantes que las eligen en las segundas y sucesivas opciones, el dato habla de la escasa preferencia que existe hacia las mismas.

Por contra, hay una serie de títulos especialmente demandados, donde las solicitudes llegan a superar hasta en un 700% los puestos ofertados, como sucede en Medicina. «Estos datos indican que la capacidad de reacción de las universidades no es la adecuada. Deberían ajustar su oferta académica con horizontes de medio y largo plazo (...) como consecuencia de la especialización», dice el Ivie, si bien reconoce la dificultad derivada de contar con recursos escasos y con un capital humano poco flexible a la reasignación de sus tareas docentes.

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