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Voluntarios de la entidad benéfica durante un reparto de comida en Mislata ante una larga cola. :: irene marsilla
El Banco de Alimentos tendrá que devolver 70.000 kilos de comida a la UE

El Banco de Alimentos tendrá que devolver 70.000 kilos de comida a la UE

La decisión del Ayuntamiento de Valencia de dejar de derivar personas sin recursos a la entidad les obliga a retornar los víveres

JOSÉ M. ORTUÑO

Sábado, 6 de febrero 2016, 19:25

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«Europa nos exige que trabajadores sociales avalen la situación de quien recibe la comida que nos envía. Mucha de esta gente nos la mandaban los servicios sociales de Valencia y, como han dejado de derivarnos a sus afectados, tenemos que devolver el pedido que recibimos el pasado mes de septiembre». El Banco de Alimentos denuncia que debe de retornar a la Unión Europea 70.000 kilos de alimentos por las decisiones tomadas en los últimos meses desde el Ayuntamiento encabezado Joan Ribó y que incluyen que se rompa el convenio existente a partir de mediados de año.

Ambas instituciones firmaron un acuerdo en 2009 por el que el Consistorio remitía a las personas más necesitadas a las entidades benéficas (como esta) instaladas en la ciudad, pero esta situación cambiará en junio, cuando habría que renovar el pacto. Sin embargo, desde distintos centros de servicios sociales municipales ya han dejado de remitir gente y el Banco de Alimentos intenta de buscar una solución mejor a toda la comida que tiene.

«Nosotros trabajamos estos aspectos trimestralmente», explicó a este periódico su presidente, Jaime Serra. «Es decir, que a finales de agosto, como hemos hechos siempre desde que se firmó el convenio, remitimos la lista de personas que teníamos a la UE».

En septiembre, con el visto bueno de los dirigentes continentales, llegó el sustento que iban a recibir las alrededor de 8.500 personas que mandaban los centros municipales (al trimestre), «pero en octubre me advirtieron de que no habían llegado las firmas de los servicios sociales. En principio, pensamos que sería un error y decidimos esperar, pero durante los meses posteriores ocurrió lo mismo», lamenta el máximo dirigente. Como es lógico, advirtieron de la situación al consistorio, intentaron reunirse con la concejal Consol Castillo, coordinadora general del área de Desarrollo Humano, y fueron atendidos por un asesor, con quien dialogaron sobre ello.

El Ayuntamiento tiene la intención de hacerse cargo de toda esta gente a partir de julio, aunque Serra no las tiene todas consigo. De hecho, repite una y otra vez allá donde va que no cree posible «que ninguna administración pueda hacerse cargo de todas las necesidades que existen con estas personas».

Y es que, desde el Banco de Alimentos, se muestran muy dolidos por tener que devolver los víveres que exige la Unión Europea, puesto que, «pese a que crece la inversión y hay quien habla de recuperación, la realidad que se ve en la calle es muy distinta». Todavía existen miles de personas que necesitan ayuda para poder sobrevivir.

Reparto nocturno

De hecho, como hacen miembros de la entidad cada semana, el pasado martes -con su presidente a la cabeza- por la noche salieron a la calle con el objetivo de ayudar a todos aquellos que se ven en la obligación de dormir a la intemperie. Historias hay muchas y muy distintas, pero todos buscan lo mismo: algo con lo que taparse y alimentos que llevarse a la boca. Sobre todo, aquellos que tienen hijos. «La realidad es muy dura. No sé que va a pasar con toda esta gente a partir de junio. Ojalá sean capaces de ayudarles, pero lo cierto es que es sumamente complicado», insiste Serra.

Tan difícil que aquellos que antes acudían al Banco de Alimentos derivados por los servicios sociales, siguen yendo ahora mismo por su cuenta. Resulta más complicado y no pueden darles la comida que llegó para ellos desde Europa, pero van a incluirlos en sus listas y les abastecerán en cuento puedan. Las cifras de atendidos durante 2015 fue descendiendo con el paso de los meses por esta causa, como ya informó LAS PROVINCIAS, pero en estos instante vuelven a crecer. «Todos los que llegaban desde los centros municipales, han vuelto. En enero hemos tenido más de 650 peticiones para entrar en la lista», reiteró Serra en ese sentido.

Busca una alternativa

El presidente del Banco de Alimento, eso sí, tratará por todos los medios de poder repartir los víveres que llegaron hace más de tres meses de la UE, aunque será complicado no tener que devolverlos. «La comida que nos llega desde Europa tiene nombre y apellidos. Quieren estar seguros de que la donan para gente que realmente lo necesita», destacó el dirigente de la organización benéfica, quien ha preguntado al Gobierno central si se puede hacer algo en ese sentido.

Pese a todo, Serra se muestra satisfecho ya que la entidad cuenta con una importante cantidad de donaciones, tanto económicas como en materia prima, que les permiten seguir desarrollando su labor por toda la Comunitat, como han venido haciendo desde hace más de dos décadas. «Nos llegan desde empresas y por parte de particulares que continúan demostrando la solidaridad que existe en esta tierra».

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