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Fachada del Palacio del Temple.
Ribó anula la licencia de obras del Palacio del Temple, que fue concedida hace ocho años

Ribó anula la licencia de obras del Palacio del Temple, que fue concedida hace ocho años

El alcalde critica la construcción de un sobreelevado de dos plantas, previsto en el proyecto que redactó el Gobierno de Zapatero

ISABEL DOMINGO

Sábado, 16 de enero 2016, 00:55

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Nuevo enfrentamiento entre el Ayuntamiento de Valencia y la Delegación del Gobierno, esta vez, a cuenta de las obras de rehabilitación del Palacio del Temple. Si el año arrancó con los cruces de acusaciones entre el concejal de Cultura Festiva, Pere Fuset, y el edil del PP, Félix Crespo, por la prohibición de disparar un castillo de fuegos artificiales desde la azotea del Consistorio, ahora la polémica surge por el proyecto de la sede de la Delegación del Gobierno, que ha sufrido varias paralizaciones desde que arrancó en el año 2009.

La última, el pasado octubre, cuando el Ayuntamiento decidió revocar parcialmente la licencia de obras, decisión ante la cual la institución que preside Juan Carlos Moragues ha presentado un recurso para poder reactivarlas. El alcalde, Joan Ribó, rechazó ayer esta posibilidad por «la pretensión de construir una vivienda particular para el delegado del Gobierno» lo que, a su juicio, «choca frontalmente con la defensa del patrimonio valenciano». El primer edil alude a la ejecución de un sobreelevado de dos plantas que ya figuraba en el proyecto inicial, aprobado en 2007 por el Instituto Patrimonial de España. En aquel año el socialista, Antonio Bernabé, quien estaba al frente de la Delegación del Gobierno en la Comunitat.

Para Ribó, la declaración como Bien de Interés Cultural (BIC) del palacio del Temple es «incompatible con la residencia particular que propugna Moragues». «La prioridad del gobierno municipal, en este caso y en cualquiera, es conservar y no destruir patrimonio de los valencianos», aseguró y recordó los casos de Tabacalera y del Cabanyal.

Oficinas y viviendas

Sobre esto, fuentes de la Delegación recordaron que el edificio de nueva construcción que recaerá en la parte trasera, en la calle Les Maestres, incluye también una planta para oficinas, con objeto de trasladar algunos departamentos que actualmente están por la ciudad, y resaltaron que la vivienda se proyectó en un momento en que las medidas de seguridad sobre cargos públicos eran elevadas por las actuaciones de la banda terrorista ETA.

Las mismas fuentes explicaron que la licencia se concedió hace ocho años por el anterior equipo de gobierno municipal y que el proyecto cuenta con todos los informes favorables, incluidos los de Bellas Artes y Cultura. De ahí el recurso presentado ante el Ayuntamiento y que no se descarte, si el tema encalla, acudir a los juzgados mediante un contencioso-administrativo.

Porque la paralización puede prolongarse ya que la construcción de la vivienda no es el único punto de fricción. También lo es el Plan Especial de Protección y Reforma interior del barrio de la Seu-Xerea del año 1993 al que ambas administraciones mencionan en sus argumentos. Así, la Delegación asegura que Ribó ha revocado la licencia porque toma como referencia el nuevo plan especial, aprobado provisionalmente a finales de octubre, es decir, de forma posterior a la concesión de la licencia. Sin embargo, el alcalde niega este punto y mantiene que aún no ha entrado en vigor por lo que se han guiado por el de 1993.

Ya en octubre, cuando se paralizaron las obras, el concejal de Desarrollo Urbano, Vicent Sarrià, explicó que «a nuestro entender, según los servicios jurídicos y la delegación de Urbanismo, el proyecto planteado no se ajusta a la normativa vigente ni a lo que vendrá cuando se apruebe el entorno BIC del Temple».

En cualquier caso, la realidad es que los operarios únicamente están trabajando en la parte delantera del edificio y en la cubierta, que se va a desmontar. En este caso, sí que está en vigor la licencia municipal, como remarcaron ayer desde el Consistorio ya que se trata de eliminar elementos impropios durante la rehabilitación de este inmueble del siglo XVIII formado por el convento, colegio e iglesia de la Orden de Montesa, lleva su nombre por haber pertenecido a la Orden Templaria.

Espacio para maquinaria

El tercer elemento en discordia es, según precisaron fuentes del departamento de Juan Carlos Moragues, un edificio de apenas 20 metros cuadrados, también ubicado en la parte trasera, que albergará los equipos correspondiente a los grupos de presión del agua, luz, climatización, maquinaria de ascensor, entre otros.

Este espacio ha de construirse porque, tras la aparición de los restos arqueológicos en el Palacio del Temple, no pueden estar soterrados y, además, la ley establece que, al ser BIC, ha de habilitarse un horario de visitas, por lo que el espacio ha de ser accesible.

Las obras en el Temple se reanudaron en julio tras haber estado paradas dos años por la aparición de restos arqueológicos, en concreto, parte de la muralla islámica, dos torres y la barbacana, además de estructuras de muros correspondientes a casas islámicas. En ese periodo de tiempo, además, el Ministerio de Hacienda (promotor de la actuación) despidió al arquitecto responsable de la rehabilitación, Carlos Meri.

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