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Marzà, junto al vicealcalde de Castellón Enric Nomdedéu y el concejal Enric Porcar, en su visita a la sede donde se gestiona Xarxallibres. :: lp
Valencia no dará la ayuda de los libros a las familias con impuestos por pagar

Valencia no dará la ayuda de los libros a las familias con impuestos por pagar

PSPV y Compromís cargaron contra el PP por incluir en abril un requisito similar para las becas de comedor de familias sin recursos

J. BATISTA

Martes, 1 de diciembre 2015, 23:58

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Las familias de Valencia ciudad que tengan deudas tributarias con cualquier administración no podrán beneficiarse de las ayudas de Xarxallibres, el programa ideado por la Conselleria de Educación que debe gestionar cada ayuntamiento y que incluye hasta 200 euros en dos tandas para costear la adquisición de los libros de este curso. Así se desprende de la circular elaborada por el consistorio, en la que se informa de cómo será el procedimiento para adherirse a la iniciativa.

Esta cautela, que no aparece en el modelo de solicitud elaborada de oficio por el departamento autonómico, es similar a la que introdujo el PP durante el anterior mandato en relación a las becas de comedor para familias sin recursos y provocó una oleada de críticas de la oposición, ahora en el gobierno.

Aunque todavía no existen unas bases oficiales que regulen el procedimiento, que se iniciará el 7 de enero, la citada circular ya enumera los requisitos a reunir por los aspirantes, entre ellos, «estar al corriente en el cumplimiento de obligaciones tributarias estatales, autonómicas y con el Ayuntamiento de Valencia o frente a la Seguridad Social impuestas por las disposiciones vigentes». Sólo queda exento «el alumnado que no disponga de recursos suficientes para efectuar la compra de los libros, con certificación de los Servicios Sociales del Ayuntamiento o informes de los servicios pedagógicos escolares (SPE's)».

Para acreditar este requisito es necesario que los padres firmen una declaración de responsabilidad que figura como anexo a la circular. Desde la delegación de Educación explicaron que no se va a requerir un certificado oficial para demostrar que se está al corriente de los pagos, aunque recordaron que si en la comprobación de la documentación se detectan deudas tributarias el aspirante perderá la subvención.

La polémica sobre las becas de comedor estalló en abril. El PP, en su convocatoria pensada para el medio centenar de alumnos sin recursos de colegios municipales que se quedaron fuera de las ayudas autonómicas, incluyó la idea de que los beneficiarios debían encontrarse «al corriente de las deudas con el Ayuntamiento de Valencia».

Las críticas de la oposición fueron muy duras, en el sentido de que se excluía a alumnos que dependían de la beca para beneficiarse del servicio, y de hecho al final el PP cambió de posición. El socialista Joan Calabuig, ahora portavoz del gobierno municipal, dijo entonces que esta postura era «inadmisible» y demostraba «una absoluta falta de sensibilidad social». «Valencia tiene que estar comprometida con sus niños, independientemente de las cuestiones burocráticas», añadió. También cargó la concejala Consol Castillo, de Compromís, que ahora se ocupa del área de Bienestar Social. Habló de «terrible falta de sensibilidad» y destacó que si las familias no podían estar al corriente no era «por capricho, sino por una cuestión de pobreza y exclusión».

Aunque es cierto que con la circular de Xarxallibres sólo se habla de tributos -por ejemplo no se contabilizan las multas- y hay excepciones con informes motivados, puede darse el caso de rentas bajas que sin llegar a una situación extrema que requiera la intervención de Servicios Sociales adeuden el IBI y sean excluidos del programa. No es un asunto baladí, pues más allá de los 200 euros a cobrar implicaría quedarse sin la posibilidad de obtener libros gratis a partir del 2016-2017.

Por otro lado, el conseller de Educación, Vicent Marzà, visitó la sede habilitada por el Ayuntamiento de Castellón para recoger la documentación de las familias, procedimiento que se inició ayer, y destacó el buen funcionamiento de Xarxallibres. Sin embargo, desde el grupo popular del municipio lamentaron que se haya impulsado el procedimiento pese al reparo planteado por el interventor y el informe desfavorable del secretario, en el sentido de no queda clara la competencia del consistorio para pagar por los libros, una idea de la que ya han advertido los colectivos que representan a los altos funcionarios.

Desde el PP de Les Corts, la diputada Beatriz Gascó criticó que las familias no han visto «ni un duro» pese a las promesas y lamentó «la incapacidad» del Consell para poner en marcha el plan. Por su parte, Compromís les acusó de ir en contra de la igualdad de oportunidades.

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