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La madre junto a su hija en una habitación del Clínico. :: toni blasco
La niña que nació en un banco

La niña que nació en un banco

Uno de los agentes del Grupo de Operaciones Especiales ya ha prestado auxilio en otros dos partos en la vía pública en Valencia

TONI BLASCO/J. MARTÍNEZ

Martes, 1 de diciembre 2015, 00:04

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El alumbramiento de su hija sorprendió a un matrimonio paquistaní en plena calle de madrugada cuando buscaban un taxi para ir al hospital. Dos agentes del Grupo de Operaciones Especiales (GOE) de la Policía Local de Valencia ayudaron a la madre a dar a luz y arroparon al bebé hasta que llegó una ambulancia del SAMU, que trasladó a la parturienta y a su hija al Clínico en perfecto estado de salud.

El reloj marcaba las 2.40 horas de la madrugada del lunes. Dos policías de paisano patrullaban por la calle Islas Canarias en un coche sin distintivos policiales. Los agentes se percataron de que un hombre gesticulaba y pedía ayuda a los conductores. «¡Por favor, ayuda, ayuda, taxi!», gritó varias veces en un parco español, según un testigo. Tras detener el vehículo, los dos ocupantes, un hombre y una mujer, se identificaron como policías y le preguntaron qué ocurría.

Saeed A., de 38 años, les condujo hasta un banco cercano en el cruce con la calle Pintor Maella. Allí estaba sentada su mujer en pleno parto. La cabeza de la niña ya asomaba. Uno de los agentes, sin dudarlo, sujetó con sus manos a la criatura mientras el otro alumbraba la escena con dos linternas y pedía a la sala del 092 que avisara al SAMU. La humedad era muy intensa en la calle. Los termómetros marcaban cinco grados a esa hora. La iluminación era escasa junto al banco.

Tras el parto, la principal preocupación de los policías fue comprobar que el bebé respiraba y el cordón umbilical no estrangulaba a la niña, que comenzó a llorar. Una vecina bajó a la calle para ayudar a los agentes tras escuchar los gritos del padre. La mujer llevó dos toallas para tapar a la criatura, aunque también la abrigaron con la chaqueta de lana de la madre. Cuando llegó la ambulancia, el personal sanitario se hizo cargo de la joven madre, de 27 años, y de su hija. Ambas se encontraban bien y fueron trasladadas a la unidad de maternidad del Hospital Clínico.

Dos expertos policías

Los policías Agustín Martínez y su compañera María José Carrión cuentan con amplia experiencia policial después de 23 y 25 años, respectivamente, en el cuerpo. En concreto, Agustín ya ha prestado auxilio en otros dos partos en la calle. Aunque resta importancia a la asistencia que dieron a la parturienta, el policía afirma que la ayuda humanitaria «se repite en muchos de los servicios» que realizan en las calles de Valencia. En los casos de alumbramiento, «la satisfacción profesional y personal es más grande si cabe», aseveró.

«Ver venir al mundo a un bebé, estar presente, involucrarte como policía y como persona y vivir ese momento es una experiencia que nunca olvidas», explicó Agustín. «Soy padre y sé lo que significa. Cuando estás en ese momento no eres consciente porque te concentras al cien por cien para que todo vaya bien, pero una vez finalizado el parto, te sientes bien y sientes que vale la pena ser policía. Poder ayudar a quien nos necesita es muy grande», añadió el policía con firmeza.

«Si me tengo que quedar con una imagen tendría que hacerlo con dos: la cara del padre cuando bajamos la compañera y yo del coche. Estaba muy asustado, casi desencajado y desesperado, pero al saber que éramos policías su expresión cambió, como si se relajara. La imagen de la niña recién nacida se me quedó grabada también», recordó con ternura. El agente reconoció que vivieron momentos de nerviosismo hasta que comprobaron que el bebé respiraba bien. «Cuando lo abrigamos ya estábamos más tranquilos. La madre parece que nos daba las gracias con su mirada», agregó Agustín.

El padre de la niña manifestó que se angustió mucho porque los conductores no paraban cuando les pedía auxilio en medio de la calle. «Estos policías aparecieron como los ángeles del cielo y me ayudaron», dijo Saeed con gran admiración. Agustín y María José cuentan con sendas condecoraciones al mérito policial por otros servicios realizados en la ciudad de Valencia.

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