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El pollo se come a la paella

El pollo se come a la paella

Cada domingo se forman largas colas frente a los locales que venden esta comida

Rafa Muñoz

Domingo, 29 de noviembre 2015, 19:07

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Valencia es tierra de arroz. Y, tradicionalmente, los domingos es día de paella en miles de hogares. Sin embargo, esta tradición podría estar cambiando, a tenor de las imágenes que se pueden ver cada domingo a las puertas de los establecimientos que venden pollos asados.

Las colas a partir de la una del mediodía son una constante en estos negocios, que viven en esta jornada su pico de trabajo semanal.

Es el caso, entre muchos, de Casa Ricardo, en la avenida Burjassot. Tras más de 25 años, esta casa de comidas se ha especializado en el pollo y la paella. El pollo asado está buenísimo, y las máquinas que tengo, que vienen de Barcelona, lo dejan tieso en la piel y muy jugoso por dentro, explicó Manoli Moreno, la propietaria.

Venimos porque hace muchos años mi mujer dijo que se negaba a guisar los domingos, y de todo el barrio aquí es donde mejor lo hacen, comentó Federico Simón, uno de los clientes que se llevó ración de pollo y patatas a casa tras esperar pacientemente su turno en una larga cola. No sé qué mezcla le ponen, pero han abierto otras casas de pollos por esta zona y han tenido que cerrar, porque siempre venimos aquí, añadió. También hacen paella y está muy buena, pero la mayoría venimos a por el pollo, destacó este cliente.

Nosotros lo que más vendemos es pollo y paella; además, como tenemos mucho personal, cocinamos otras comidas que también se venden; pero el plato estrella es el pollo, y luego la paella, señaló Manoli Moreno.

Esta temporada le ha comido el pollo el terreno; ha habido temporadas que hacíamos al día casi 250 raciones de paella, pero ahora gana el pollo; es que luce más, porque con un pollo y unas bravas comen cuatro personas perfectamente, destacó la propietaria de Casa Ricardo.

No hace falta moverse mucho para encontrar una imagen parecida. En la avenida Peset Aleixandre se encuentra Pollo Criollo. Al mediodía del domingo la cola sale fuera del local. Curiosamente, a menos de cincuenta metros se encuentra otro negocio de pollos asados, y el local se encuentra también lleno.

Los fines de semana trabajamos mucho más, entre semana está flojito; llegamos a los 200 pollos, además de lo demás que vendemos, que no es sólo pollo, comentó Ana Isabel de la Calle, trabajadora de Pollo Criollo. Los clientes se ahorran el cocinar los domingos, pasean, y se llevan la comida recién hecha, añadió al ser preguntada por el motivo de tanta afluencia de clientela.

El arroz está muy bueno, pero el pollo a la parrilla o la brasa está muy bueno, no tiene aceites ni nada, todo natural y buenísimo, concluyó De la Calle.

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