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El Consorcio frena la marcha de una inversión de 200 millones en la Marina

El Consorcio frena la marcha de una inversión de 200 millones en la Marina

Una multinacional alemana acepta los cambios en la dársenay el posible canon para presentarse al concurso del nuevo varadero

Paco Moreno

Domingo, 15 de noviembre 2015, 21:09

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La naviera alemana Blohm + Voss, fundada en Hamburgo en 1877 y una de más prestigiosas del mundo, optará finalmente al concurso para la construcción del nuevo varadero de Valencia, una instalación en la parte sur de la Marina que supondrá una inversión de hasta 200 millones de euros. Así lo confirmaron ayer fuentes conocedoras del proceso, con lo que se acaba un periodo de alarma por las dudas de la multinacional debido al parón de los proyectos de la dársena.

La primera noticia saltó en mayo del pasado año, cuando LAS PROVINCIAS publicó el interés de la compañía en abrir un varadero en Valencia. Después llegó un largo periodo de negociaciones que quedaron en punto muerto, de tal manera que el nuevo gobierno municipal recibió un ultimátum para que decidiera si se facilitaba la inversión a través de un concurso público o se marchaban a otra ciudad.

Por fortuna no ha pasado lo segundo, confirmaron las mismas fuentes. El primer teniente de alcalde, el socialista Joan Calabuig, ha coordinado las conversaciones con los representantes de la compañía, que han tenido dos vertientes: las dificultades técnicas y la posición sobre el canon a cobrar por el Consorcio por la concesión.

El varadero estará situado en los pantalanes de la parte sur de la bocana exterior, por lo que algunas de estas construcciones flotantes tendrán que ser retiradas. «Se han producido continuas reuniones con los prácticos del Puerto y la Capitanía Marítima, para despejar cualquier duda acerca del calado y el espacio necesario para las maniobras de los grandes megayates de lujo.

La firma germana está especializada en la construcción de barcos de recreo y sus técnicos «han visitado todos los puertos del Mediterráneo español, para decidirse que quieren estar en Valencia. La decisión ha sido por lo tanto facilitar al máximo que puedan participar en el concurso».

Los megayates, un negocio para clientes árabes y rusos

  • Valencia conoció la palabra megayate con la llegada de la Copa América de vela y desde entonces, uno de los empeños del Ayuntamiento ha sido hacerse con una parte de este jugoso negocio y atraerlo hacia la ciudad. Además, tras la puesta en marcha de los recintos empresariales apadrinados por Juan Roig y la concesión del Veles e Vents, supondría la consolidación definitiva de la dársena pese a la enorme deuda que arrastra el Consorcio por las obras. En total, 440 millones de euros, que han supuesto hasta embargos de cuentas corrientes y disputas con el Gobierno acerca del reparto en los pagos de estos créditos.

La empresa tiene su base de operaciones en Hamburgo, por lo que su llegada a Valencia supondría extender su influencia al Mediterráneo, donde los clubes náuticos tienen cada vez más importancia. Para que culmine esta inversión ha sido indispensable contar con la flexibilidad del plan urbanístico, que fija una edificabilidad y cotas de altura máxima, mientras que los usos son muy variados.

Una vez resueltos los impedimentos técnicos llegó el turno de la parte económico. «Preguntaron al Consorcio por la horquilla en la que pensaban podía salir la concesión de la parcela. Las cifras les gustaron y siguen adelante. Se ha frenado el riesgo de que se marchen», dijeron.

La naviera prevé construir yates y veleros de hasta 180 metros de eslora. Para ello necesita buena parte de los 55.000 metros cuadrados de la zona náutico-industrial que se extienden a lo largo de la parte inferior de la bocana exterior.

El Consorcio debe ahora redactar los pliegos de condiciones para sacar a concurso la construcción del varadero y otras instalaciones como almacenes y un pequeño hotel. «El factor tiempo es importante porque no quieren dejar pasar otra temporada», comentaron. Estos barcos descansan en invierno, en caso de que no hagan temporada en otros destinos turísticos, y son objeto de mantenimiento y revisión integral, por lo que es una línea de negocios tan importante como la construcción de nuevos megayates.

Justo al otro lado del futuro varadero se encuentra la terminal de cruceros que forma parte de la ampliación norte. El Puerto busca precisamente una empresa que construya el edificio de atención a estos buques con una fórmula de concesión.

El proyecto alemán se completaría con instalaciones comerciales y complementarias, lo que puede disparar las inversiones hasta los 200 millones de euros. Serán las obras de más calado que se hagan desde la Copa América y darán más sentido a la dársena deportiva y de ocio que combinará con las zonas de ocio y restauración ya en marcha.

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