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P. M.
Martes, 13 de octubre 2015, 23:58
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La caída de cascotes de un edificio en el número 30 de la calle Fontilles sirvió ayer a la asociación de vecinos de Nazaret para reclamar una línea de ayudas públicas para la rehabilitación de los inmuebles más estropeados del barrio, así como la colocación de ascensores para facilitar la accesibilidad de las personas mayores.
El portavoz de la entidad vecinal, Julio Moltó, indicó que «las subvenciones deberían ir en función de la renta para no perjudicar a las familias que tengan menos recursos». En el caso del incidente de ayer, el toldo de un bar resultó providencial. «Es el primer bar que hay junto al polideportivo y pasa mucha gente por la calle. Podía haber sucedido un accidente», comentó.
En la confluencia de la plaza Aras de los Olmos y la calle San Francisco de Paula, hay un edificio en ruinas, con grietas en la fachada de varios centímetros de anchura. «Por fortuna en el barrio hay muchas viviendas de planta baja y una altura, por lo que ha pocos casos de fincas apuntaladas, aunque sí es evidente que hace mucha falta un plan de rehabilitación», observó.
El barrio de Nazaret ha sido uno de los más castigados de Valencia por una infraestructura, en su caso la ampliación del puerto. Primero perdieron la playa y después nacieron alrededor empresas de transporte en contenedores.
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