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El parque tuvo que ser vallado para intentar frenar el botellón.
El botellón resiste en Zaidía

El botellón resiste en Zaidía

El vallado del parque de Ruaya no ha conseguido eliminar el problema, denuncian los vecinos

Rafa Muñoz

Sábado, 29 de agosto 2015, 22:33

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Los viernes y los sábados de todo el año el barrio de Zaidía, sobre todo en la zona del cruce entre las calles Sagunto y Ruaya, sufre los efectos del botellón. Así lo llevan denunciando los vecinos del barrio durante mucho tiempo. Gracias a esas denuncias consiguieron que se vallara el jardín de la calle Ruaya que se inauguró en marzo. Sin embargo, no han obtenido los resultados esperados.

Cuando estaba el solar había muchísimo botellón, sobre todo en viernes y sábado; en este parque y ahí enfrente también, comentó MªCarmen Ramos. Es todo el año, aunque principalmente son los viernes y los sábados; en este parque nuevo creo que ya no lo hacen porque lo han vallado, señaló Mireya Alegre. La verdad es que hay un servicio de limpieza que viene a propósito a limpiar todo lo que dejan por la noche, pero siempre queda algún cristal que otro, añadió.

Ahora mismo está un poco más frenado, pero indudablemente los vecinos estamos muy cansados de toda esta historia, de las molestias a las tantas de la madrugada, opinó Manuel Pascual, vecino del barrio.

Y es que el vallado de este jardín el segundo que lo consigue gracias a las protestas vecinales parece que ha frenado el consumo de alcohol en su parcela, pero no ha eliminado el problema. Los residentes aseguran que los jóvenes se trasladan al otro lado de la calle, a otro parque, junto a una gasolinera. La asociación vecinal denunció esta semana en las páginas de Las Provincias que los hay incluso que saltan la valla del jardín de Ruaya para hacer botellón en su interior.

Saltan igual, aunque imagino que será menos gente porque habrá quien no quiera saltar; antes venían con los coches y los metían con la música en el solar, recordó Mª Carmen Ramos. El tener que saltar supone una dificultad e imagino que ahora será menos gente la que acceda para hacer botellón, opinó Manuel Pascual.

Hace falta más vigilancia policial, porque no hay otra manera de solucionarlo, señaló Mireya Alegre, vecina de Zaidía.

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