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El Ayuntamiento incluirá cláusulas sociales en los concursos de las nuevas contratas

Las empresas que empleen a parados de larga duración, maltratadas o personas discapacitadas tendrán ventaja en la puntuación

PACO MORENO

Jueves, 27 de agosto 2015, 00:29

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La implantación de las llamadas cláusulas sociales es el próximo reto de la concejalía de Bienestar Social, que se ha fijado a la vuelta de las vacaciones de verano iniciar la implantación progresiva de este tipo de requisitos en los nuevos concursos promovidos por el Ayuntamiento tanto de obras como de servicios y suministros.

Así lo adelantó ayer la concejala de Bienestar Social, Consol Castillo, quien comentó que la previsión es que la cláusula sirva al menos para ofrecer una ventaja a las empresas que la cumplen en caso de empate de puntuación. Aún así, el propósito es que "haya discriminación positiva, es decir, que partan con una puntuación mayor".

Todavía hay que darle forma para incluirlo en los pliegos de todos los concursos, aunque otros Ayuntamientos españoles ya lo han puesto en práctica. Bilbao, Barcelona e incluso el Parlamento de Navarra son ejemplo de esto. "También buscaremos información de dichas instituciones para que sirva de ayuda en lo que queremos hacer en Valencia", comentó Castillo.

Con el concepto de cláusulas sociales se denomina un paraguas de requisitos, que se pueden aplicar en su totalidad o sólo en parte. Está el caso de la contratación de parados de larga duración, así como a personas en riesgo de exclusión social.

La concejal subrayó que "de esta manera se ofrece un trabajo a esas personas, se integran en el mercado laboral y dejan por lo tanto de representar un gasto", en cuanto a las atenciones que dispensa la Administración.

La inserción sociolaboral es por lo tanto uno de los argumentos, lo mismo que ocurre con las entidades no lucrativas, las políticas de género, el comercio justo y la discapacidad. Los técnico s municipales deben definir ahora qué apartados entran en los concursos. "De aquí a un año queremos que esté todo aprobado, para lo que estudiaremos caso por caso", comentó.

Las cláusulas sociales están amparadas por una amplia legislación. Las empresas de inserción sociolaboral cuentan con una implantación en todo el Estado, y dan acceso a grupos en situación de desventaja social o exclusión, tras un periodo de formación. Esa es una de las ventanas, además de fomentar la comercialización de sus bienes y servicios.

Uno de sus requisitos y características es que entre el 30% y el 50% de su plantilla debe estar formada por personas en situación o riesgo de exclusión social. En España existen más de 200 empresas de este tipo que generan 2.400 empleos dirigidos a personas con dificultades de acceso al mercado de trabajo, según las últimas publicaciones.

Otro ejemplo de sociedades preparadas para las cláusulas sociales son los llamados centros especiales de empleo, que además de producir bienes o prestar servicios, tienen como objetivo la inserción laboral de personas con discapacidad.

Estos centros deben contar en su plantilla al menos con un 70% de trabajadores con discapacidad igual o superior a un 33%, obtener la calificación como tales y estar inscritas en un registro. Según el Ministerio de Trabajo, existen en el Estado 1.897 Centros Especiales de Empleo que emplean a 54.200 personas con discapacidad.

Al margen de los contratos habituales que pasan por la mesa de Contratación, el Consistorio sí que ha trabajo los últimos años con entidades sociales que promueven la creación de empleo.

Es el caso del acuerdo con el Instituto Valenciano de Acción Social, que cultiva en unos viveros situados en Cheste 10.500 plantas de Pascua para el puente de las Flores y otras zonas en la ciudad. Como publicó LAS PROVINCIAS el pasado julio, la concejala de Medio Ambiente, Pilar Soriano, ha decidido que la próxima Navidad sólo se cambien las macetas de la cabecera de dicho puente, mientras que el resto se repartirán en jardines y maceteros.

Entre los últimos concursos adjudicados por el Ayuntamiento se encuentran la reurbanización de las calles San Vicente y Conde Salvatierra, así como la consolidación estructural del antiguo convento de San Vicente de la Roqueta, junto a la construcción de un jardín en la plaza Miquel Adlert. En suministros, lo último han sido los trajes de bomberos y los chalecos policiales.

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