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ISABEL DOMINGO
Lunes, 27 de julio 2015, 23:58
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«Miopía absoluta», «falta de voluntad» o «burla». Son algunos de los calificativos que ayer emplearon tanto el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, como el presidente de Pro-AVE y de Fedacova, Federico Félix, para analizar la inversión del Gobierno central, y en concreto del Ministerio de Fomento, en infraestructuras como el corredor mediterráneo o el tren a Zaragoza y el cumplimiento de los plazos de llegada.
Razón no les falta porque, según la información facilitada por el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) a LAS PROVINCIAS, el último tramo del corredor no estará finalizado hasta julio del próximo año. Se trata del trazado que discurre entre Vinaròs y Vandellós, cuyas obras se adjudicaron hace más de un año y precisamente en julio de 2014 «se firmó el acta de replanteo negativo con las obras». Fuentes de Adif confirmaron que la obra aún no ha comenzado y que se estudia la modificación del contrato.
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