Escuela de verano para la integración

Durante la primera quincena de julio más de medio centenar de niños y jóvenes, de entre 3 y 21 años, participan en la Escuela de Verano que organiza Cruz Roja en Valencia, en sus instalaciones de la calle Alboraya.

Se trata de un proyecto que se viene realizando de forma ininterrumpida desde el año 2000, y tiene como uno de sus objetivos potenciar la conciliación laboral de las familias y el respiro de aquellas que tienen menores con discapacidad.

Realizamos actividades veraniegas como disfrutar de la piscina, guerras de agua, talleres de arcilla y pintura y también de música y movimiento explicó Elena Sanz, coordinadora de la Escuela. El objetivo es el respiro familiar, porque los padres siguen trabajando y no pueden cuidar a los niños; es cómo alargar el cole en verano, añadió.

Muchos de los niños que participan en la Escoleta llevan todo el año con nosotros; sin embargo, esto no tiene nada que ver, aquí jugamos y hacemos actividades típicas de verano, se trata de disfrutar durante todo el día, destacó Sanz.

Sin embargo, desde hace un par de años la Escuela de Verano ha añadido otro importante objetivo, ya que cuenta con niños y jóvenes con y sin diversidad funcional. Es por eso que fomentar la convivencia y la integración de menores con capacidades diferentes se ha convertido en otra de las metas de este proyecto de Cruz Roja.

Creo que es más importante para los niños que no tienen ningún tipo de discapacidad, porque luego van por la calle y no se extrañan de ver a niños con disparidad y se relacionan con ellos, algo que en otras circunstancias es más complicado, señaló Elena Sanz.

Sería importante que se hicieran más actividades de este tipo para mejorar la igualdad, para que estos niños puedan estar en el parque sin ser ellos la atracción, concluyó la coordinadora de este proyecto de Cruz Roja.