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La consellera de Sanidad, Carmen Montón, ayer tras la reunión en La Fe de Campanar. :: jesús signes
Sanidad encargará un sexto informe para estudiar el estado de La Fe de Campanar

Sanidad encargará un sexto informe para estudiar el estado de La Fe de Campanar

La consellera asegura que van a valorar la «viabilidad» de todos los pabellones de las instalaciones sanitarias

LAURA GARCÉS

Viernes, 3 de julio 2015, 00:37

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La conselleria de Sanidad Universal y Salud Pública «de manera inmediata» va a realizar un informe para estudiar «la viabilidad de todos los pabellones del antiguo hospital La Fe». Lo anunció ayer la consellera de Sanidad, Carmen Montón tras reunirse con representantes de la Comisión Cívica por un Hospital Digno en Campanar. Quieren disponer de un estudio si existe posibilidad de recuperarlo».

El estudio que adelantó la titular del departamento autonómico no será el primero, sino el sexto que se realice para conocer el estado en que se encuentra el edificio construido en los años 60. Según información a la que ha tenido acceso LAS PROVINCIAS, el anterior Consell decidió demoler el complejo sanitario tras cinco informes, uno de los cuales lo redactó personal de la conselleria.

Cuando el anterior Consell dio a conocer que derribaría La Fe de Campanar y que el suelo que quedara libre acogería el nuevo hospital Arnau de Vilanova, se apoyó en el «avanzado grado de deterioro y el alto grado de amianto» que presentaba el edificio, circunstancias que, como se anunció entonces, aconsejaban la demolición. También se tuvo en cuenta que una remodelación integral comportaba un coste «dos veces superior a la demolición».

En relación a la existencia de informes anteriores Montón explicó que quieren disponer de uno «en condiciones» que se ejecutará en la propia Conselleria, para poder tomar una decisión y no ha querido avanzar si se retomará el proyecto de levantar un nuevo edificio en el caso de que el estudio determine el estado de ruina del actual.

Puntualizó que se tiene que realizar un plan sanitario y que al contrario de lo que hizo el anterior Consell «hay que pensar las cosas con un poco más de tranquilidad».

Como ya informó LAS PROVINCIAS el pasado mayo, el derribo de La Fe era un proyecto que ante la llegada de un nuevo gobierno quedaba en el aire. Meses antes el hoy presidente del ejecutivo valenciano, Ximo Puig, entonces candidato del PSPV, se comprometió con los vecinos a paralizar el proceso. Y el Consell, en su primera reunión presidida por Puig -el pasado miércoles- actuó en esa dirección.

Ahora se realizará un nuevo estudio, cuyo resultado determinará el «uso sanitario» que se dará a las instalaciones. Pero además, tal como explicó Montón, la conselleria tendrá en cuenta el coste económico y escuchará las propuestas concretas, preocupaciones y recomendaciones de usuarios, asociaciones de vecinos y de la Comisión Cívica.

La titular del departamento insistió en que el objetivo «es reflotar y dar mayor calidad a la sanidad pública a la vez que revertir la situación de empobrecimiento económico que esta zona ha sufrido por decisiones del ejecutivo precedente».

Respecto al cumplimiento de los plazos para seguir con el traslado a la nueva Fe de los servicios que todavía se encuentran en Campanar y los refuerzos establecidos para vacaciones, recordó que sólo llevaba «dos días» al frente del departamento. No obstante aseguró que respetará y seguirá adelante con todo lo que «beneficie a la ciudadanía y favorezca el sistema público». También citó entre los asuntos a abordar, la evaluación del mapa sanitario. Mencionó la posibilidad de «revertir» las concesiones sanitarias.

La consellera se pronunció sobre la paralización tras una reunión en dependencias con los representantes de la Comisión Cívica por un Hospital Digno en Campanar. Montón destacó que quería acercarse «al terreno con las asociaciones de vecinos para demostrar que hay otra forma de hacer las cosas». El portavoz vecinal, Matías Alonso, agradeció la reunión tras cuatro años y medio y 43 manifestaciones. Calificó la situación de la antigua Fe como «herencia envenenada» y se mostró satisfecho «por el cambio».

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