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Los derribos en Malilla y Nou Moles causan la muerte de decenas de gatos

Los derribos en Malilla y Nou Moles causan la muerte de decenas de gatos

La protectora de animales de Valencia pide solares alternativos para trasladar las colonias de felinos durante las obras

Lola Soriano

Jueves, 28 de mayo 2015, 21:56

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Gatos aplastados por los escombros de derribos, desorientados por no saber dónde refugiarse y madres desesperadas buscando sus cachorros. Con este panorama se están encontrando las voluntarias que alimentan a las colonias de varios barrios de Valencia donde se están haciendo obras. Uno de los puntos donde han detectado más muerte de gatos y la espantada de colonias es en Malilla. En este barrio hay dos grandes obras en marcha, una cerca del colegio Pablo Neruda, en la entrada de Massena, donde se hará un gran parque de 70.000 metros cuadrados, y otra cerca de la rotonda de los anzuelos, cerca de Ausias March, donde se están derribando alquerías para construir viviendas y urbanizar calles. "Aunque avisaron del inicio de las obras, como van haciendo parones y luego continúan los derribos, los animales regresan a los puntos donde siempre han estado y acaban entre los escombros o deambulando sin saber dónde meterse", explican desde la protectora de animales Modepran.

En la entrada de Massena, cerca de la calle Isla Formentera, incluso consiguieron rescatar de las obras a una perra y varios cachorros.

Según explica una voluntaria de la protectora, Julia Cuadros, "en algunos casos los operarios que están en las obras han tirado algunos petardos para ahuyentar a las colonias de gatos, "y lo que pasó un día es que los animales salieron corriendo hacia la avenida de Ausias March y los coches atropellaron a muchos gatos. Esto no se puede permitir", añade.

Otro de los puntos donde se están produciendo estos problemas es en Nou Moles, donde se está urbanizando la zona de la calle Brasil y Castañ Tobeñas. "Nos hemos encontrado gatos heridos e incluso rescatamos uno con el hueso de una pierna colgando. Han entrado máquinas y los animales están desorientados", indica Manuela Ortiz.

Además, añade que antes las colonias estaban controladas, "y ahora como los gatos van huyendo de un sitio a otro, al final nos hemos llegado a juntar en el barrio con más de 70 gatos. Las alimentadoras pagamos de nuestro bolsillo la comida y necesitamos ayuda porque no puedo financiar pienso para tantos animales".

Desde la protectora piden que, para que estas cosas no ocurran, "lo lógico es que antes de iniciar este tipo de obras, lo normal es que el Ayuntamiento nos diera una solución y nos aportara solares alternativos donde podamos reubicar a los animales".

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