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Estado en el que se encontraba el puerto de Silla el pasado 30 de enero. :: lp
La fiscalía investigará la desecación de la Albufera al abrir las compuertas

La fiscalía investigará la desecación de la Albufera al abrir las compuertas

La denuncia, interpuesta por el ex alcalde de Silla, Francesc Baixauli, acusa a la Junta de Desagüe del escaso nivel de agua en el mes de enero

ADA DASÍ

Sábado, 18 de abril 2015, 00:23

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La Fiscalía ha iniciado una investigación penal sobre los hechos denunciados por el ex alcalde de Silla, Francesc Baixauli, a título personal como pescador y barquero del lago ante el juzgado de instrucción número 11 de Valencia, «por el delito continuado de extracción de aguas en el Parque Natural de la Albufera, protagonizado por la Junta de Desagües y consentido por las diferentes administraciones y servicios competentes».

Estos hechos, según el denunciante, estarían tipificados en el artículo 330 del Código Penal porque «la extracción de aguas y la merma de caudales en el lago y en el conjunto del Parque Natural ataca el elemento nuclear de las declaraciones de protección de este entorno, tanto autonómica como nacionales e internacionales que se han dictado hasta el momento».

Así, se solicita «una acción jurisdiccional para el cese inmediato de estas conductas y la adopción de medidas cautelares para acabar con estas prácticas que se traducen en una desecación crónica de la mitad oeste y norte del lago y en determinadas zonas de sus riberas sur y este».

Los hechos expuestos se remontan al 30 de enero cuando la mitad oeste del lago se quedó prácticamente en seco, un hecho que en la denuncia se califica de «inaudito» y que se pudo comprobar en el puerto de Silla, donde la barcas quedaron varadas con apenas un palmo de agua hasta casi un mes después, tal y como publicó LAS PROVINCIAS en su momento.

En aquel entonces los pescadores y barqueros, principales perjudicados por la , alertaron tanto a la dirección del Parque Natural como a la Junta de Desagües, que es el organismo que controla el nivel del agua y la apertura o el cierre de las compuertas, de lo que estaba ocurriendo.

La respuesta no se hizo esperar. Las causas de este fenómeno se achacaron al fuerte viento de poniente que soplaba sobre el lago y que retiraba el agua hacía al mar y se negó rotundamente que estuviera provocado por la apertura de las compuertas.

Simple balsa de riego

Este es uno de los motivos que ha llevado a Baixauli a acusar a la Junta de Desagüe de la Albufera de «transformar el lago en una simple balsa de riego, sujeta a un régimen de desecación crónica, dictada de facto por este ente», tal y como apunta.

Como argumenta en la denuncia, «a mediados de septiembre, justo antes de la siega, se provocó una extracción de aguas, excesiva a todas luces, con el desembalse masivo al mar». Esto ocasionó que «se entorpecieran las labores de pesca, perjudicaran durante semanas la navegación y el retraso en casi dos meses la inundación de cotos y vedats de caza, hasta las providenciales lluvias de noviembre».

Baixauli califica los criterios del órgano responsable de las compuertas de «mezquinos, a sabiendas de que las extracciones deterioran el ecosistema e impiden o limitan el ejercicio de multitud de usos tradicionales de nuestro entorno que han sido declarados compatibles por ley». Además, recuerda que el ente «no tiene capacidad para inyectar aguas nuevas».

Desde la Junta de Desagüe señalaron ayer no tener constancia de la denuncia y añadieron que el ente «se rige por un reglamento interno y unos estatutos que marcan su funcionamiento».

El responsable, José Fortea, advirtió que «pescadores y agricultores no tenemos los mismo intereses pero nos llevamos bien. Al fin y al cabo somos los que mantenemos en buen estado la Albufera».

En cualquier caso, el emblemático parque natural valenciano vuelve a centrar el foco de la polémica en un enfrentamiento entre defensores del medio ambiente y gestores de infraestructuras.

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