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Algunas de las alquerías afectadas de ruina.
La ruina se adueña de unas alquerías destinadas para viviendas en Benicalap

La ruina se adueña de unas alquerías destinadas para viviendas en Benicalap

El Consistorio pide a la Sareb, propietaria de los inmuebles, que las restaure para evitar su segura desaparición

Paco Moreno

Sábado, 28 de marzo 2015, 17:05

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El Ayuntamiento ha pedido a la Sareb, propietaria de un conjunto de alquerías en el barrio de Benicalap, la rehabilitación urgente del conjunto protegido por su mal estado de conservación. Los inmuebles forman parte de un polígono de viviendas y están calificados para un uso residencial.

No obstante, los técnicos municipales han optado por la declaración legal de ruina, con el propósito de reclamar la rehabilitación integral, que asciende a un coste de 186.614 euros. La idea de los autores del nuevo barrio fue encajar una serie de viviendas rurales entre jardines y edificios de nueva planta, de manera similar a lo que se hizo en zonas como Campanar.

En el sector de Benicalap Norte prácticamente todos los edificios están construidos, aunque no ocurre lo mismo con los equipamientos públicos. Fuentes municipales recordaron que en la avenida Levante UD se programó el colegio de Primaria 102, con licencia municipal para la Conselleria de Educación que finalmente renunció a las obras.

En el bulevar hay varias alquerías que se mantuvieron protegidas para dotaciones públicas. Con cargo al Plan E de ayudas del Gobierno a los ayuntamientos se reformaron algunas, que ahora están cedidas a un local fallero y unas asociaciones no gubernamentales.

Pero no ocurre lo mismo con las situadas en el Camino Barraques de Lluna, destinadas a residencial privado y donde sólo una casa está rehabilitada. «El resto son un conjunto con nivel 3 de protección patrimonial que dan pena. El entorno es lamentable y hace un par de años se produjo un incendio en una», indicaron las mismas fuentes.

Petición de años

El problema de la petición municipal es que la propiedad de las alquerías es la Sareb, el conocido como banco malo al quedarse cientos de inmuebles procedentes de empresas que han sido declaradas en concurso de acreedores. Por ese motivo, el tema tiene todas las posibilidades de prolongarse durante años.

No en vano, la primera resolución municipal se remonta al 20 de julio de 2012, con la declaración de ruina inminente y la orden a los dueños que tomaran unas medidas urgentes de prevención de desplomes. El 22 de diciembre del pasado año se estimó la ruina económica.

La situación actual de las alquerías se debe a que «el Ayuntamiento podía haber puesto como condición para adjudicar el sector que se rehabilitara ese conjunto residencial de alquerías privado, al mismo tiempo que se edificaban las viviendas, pero no lo hizo». En la reparcelación, el conjunto rural debió tocar a una de las empresas promotoras, que al final quebró, por lo que acabaron en la Sareb. En el sector se han construido 1.300 viviendas.

El penoso estado de conservación de estas alquerías no es un caso aislado. El Consistorio pide a la propiedad que «mantenga las medidas precautorias de seguridad adoptadas», para frenar un aumento en la degradación. Todos los accesos están tapiados con el propósito de que no haya ocupaciones ilegales.

La comisión de Urbanismo aprobó ayer el catálogo definitivo de alquerías y edificaciones rurales en el municipio, una vez incorporadas las recomendaciones de la Conselleria de Cultura. Se trata en síntesis de los mismos inmuebles que cuando se presentó hace años el borrador, salvo alguna pequeña modificación.

El problema es que el listado de inmuebles declarados Bien de Relevancia Local o incluso Bien de Interés Cultural no está acompañado por una línea de ayudas públicas para la rehabilitación, por lo que salvo excepciones están todas deshabitadas. Los expertos han pedido incluso que la normativa sea más flexible para garantizar que se no se produce el abandono masivo de los inmuebles repartidos sobre la huerta.

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