El estanque de la Almoina se sella con caucho para evitar filtraciones

Mucha limpieza y una buena capa de caucho de silicona. Esa es la solución ideada por el Ayuntamiento para la reparación de la lámina de agua de la plaza Julio Décimo, es decir, la Almoina. Como adelantó este periódico, la intervención comenzó el pasado día 2, después de casi dos años con los cristales tapados con una lona de goma para impedir el efecto lupa.

Fuentes de la concejalía de Cultura indicaron que los trabajos de saneamiento de las juntas de los cristales arrancaron la retirada de los mismos, la limpieza de las canaletas y la reposición de juntas de asiento de las placas. Para este trabajo ha sido necesario instalar un andamio en la parte interior del museo de la Almoina, en concreto sobre las termas romanas.

El subsuelo de la plaza alberga los restos de la ciudad fundacional y se exponen al público después de una excavación iniciada en los años 80. Las filtraciones de agua detectadas amenazaban la conservación de los restos, por lo que la lámina fue vaciada. El problema fue que el efecto lupa resultó tremendo, con una notoria subida de las temperaturas.

Eso se solucionó con la citada lona, aunque fue una medida provisional hasta que los técnicos decidieran una solución definitiva. Eso ha sido con las obras iniciadas este mes. Antes se han cubierto los restos arqueológicos para evitar cualquier tipo de daño a la zona de las termas.

La junta de silicona utilizada es muy específica ya que va a estar en contacto permanente con el agua; es una silicona neutra que "polimeriza en contacto con la humedad ambiental, transformándose en un caucho de silicona con máximas propiedades mecánicas y duraderas a través del tiempo", indicaron fuentes de Cultura.

Por esta razón "implica que el tiempo de fraguado es más elevado del habitual, estimándose en este caso un plazo del polimerización de entre siete y nueve días indispensable para garantizar la estanqueidad de la fuente previo a su llenado de agua", lo que se hará este mes.

Desde el secado de la lámina de agua se llegó a especular incluso con un cambio en el diseño, para que no vuelva a ocurrir las mismas filtraciones. En la rotura de las juntas también han influido los actos de vandalismo, lo que obligó al Ayuntamiento a colocar primero maceteros alrededor del agua y después vallas metálicas, lo que ha afeado bastante el conjunto.

La zona abarca algunos de los monumentos más singulares y visitados de la ciudad. La Catedral, la Basílica de la Virgen y el Almudín son sólo algunos ejemplos, que pueden extenderse a la cercana iglesia del Salvador y el Palau de la Generalitat. En todo caso, una reparación necesaria y que se ha extendido sobre diversas partes de la plaza, donde se habían producido desplazamientos de placas de piedra del pavimento, grietas en las cornisas de las zonas elevadas y desperfectos que fueron asumidos por las empresas adjudicatarias de la obra. La plaza está cedida durante 75 años al Consistorio.