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Pacientes entre goteros y una enfermera, en una de las ventanas descubiertas del edificio.
Los vecinos del Hospital General ven las operaciones desde sus casas

Los vecinos del Hospital General ven las operaciones desde sus casas

La ausencia de cortinas en la mayor parte de las salas de los nuevos quirófanos dejaba al descubierto a pacientes y personal sanitario

Marina Costa

Viernes, 6 de febrero 2015, 11:24

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Cada vez que Marian se asomaba al ventanal de su casa entraba en el quirófano o en la sala de despertar de pacientes ingresados en el nuevo edificio del Hospital General de Valencia. El sorprendente escaparate sanitario que se despliega ante sus ojos y los de su familia, justo al otro lado de la calle Esteban Pernet, se ha estado durante unos días.

Pacientes con el torso desnudo tapados sólo con una sábana, médicos con el bisturí en mano, enfermeros trajinando con goteros, el monitor de las intervenciones o enfermos que se recuperan de la anestesia en una amplia sala es el panorama que obligó a Marian a cerrar las cortinas de las ventanas de su casa para que su hijo de seis años "no viera todo esto cuando llega del colegio".

El recién estrenado edificio quirúrgico del centro hospitalario mantenía buena parte de sus ventanales sin cubrir, pese a que la actividad médica se ha ido adueñando de estancias y pasillos conforme han avanzado las semanas. "Hay muchas salas que aún están a oscuras porque no hay actividad todavía. Otras ya están iluminadas pero no se ve a nadie, sólo hay material del hospital, y luego están las zonas ya en marcha donde no hay cortinas o algo que tape las ventanas", cuenta un afectado.

"El otro día vimos a un médico con un bisturí en la mano, a punto de hacer una incisión a un paciente en la barriga, lo que pasa es que el corte no se vio porque les ponen esas telitas verdes de las operaciones, pero vamos, no tenemos porqué observar este tipo de cosas, si se puede evitar con algo tan sencillo como poner una simple cortina", dijo Marian.

Este problema lo estaban sufriendo de manera especial los residentes de las plantas superiores del edificio que da a la misma calle, aunque a la altura de la acera "también se veía la sala de espera con monitores y algunas estancias de atención al público en las que ves a los médicos".

Pero lo preocupante es lo que sucedía a más altura. "Es como si estuvieras allí con ellos". El espectáculo sanitario se acrecentaba al caer la tarde y la iluminación de las salas médicas, en contraste con la oscuridad de la calle, hacía aún más visible el trasiego médico. "Con los focos, de noche, todavía es peor. El otro día fui a quejarme a una supervisora porque los vecinos no tenemos porqué presenciar nada de esto y me dijo que las cortinas estaban encargadas desde hacía tres meses pero que aún no las habían traído. Llamó delante de mi a alguien de dirección", recalca Marian.

El problema no sólo salpica a los espectadores involuntarios de la calle. "El hecho de que las ventanas del hospital no estén tapadas como corresponde afecta directamente a la intimidad de los pacientes, que no sabemos si desconocen que los estamos viendo desde fuera".

Intimidad vulnerada

Mónica, abogada y también vecina afectada de la zona, asevera que las ventanas descubiertas "atentan contra la dignidad y el derecho a la intimidad de los pacientes y del personal sanitario que está desarrollando su labor y que tampoco tiene que estar nada satisfecho con esta situación".

Los vecinos se sienten muy violentos e incómodos observando "cosas que no deberíamos ver. Se está atendiendo a una persona enferma a la vista de todo el mundo. Nosotros también somos afectados potenciales porque, si esta tarde nos podemos malos y nos tienen que atender ahí, estaríamos en la misma situación que estos usuarios".

Las dos vecinas han estado estos días alertando a sus amistades con niños pequeños y a sus propios hijos de que no abran las ventanas para evitarles un mal trago "absolutamente innecesario". "Antes, frente a mi casa, tenía un jardín y ahora me han puesto un edificio en el que sólo vemos enfermos con goteros". Otras de las salas al descubierto incluyen vestuarios o taquillas donde "hay gente, no sabemos si pacientes o enfermos, que dejan sus cosas".

Tras las críticas de algunos de estos vecinos que han ido acudiendo al centro a quejarse por esta situación, empezaron a colocarse algunos paneles en algunas salas de quirófanos.

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