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Parcela del barrio de Patraix, en Valencia, donde se prevé un Centro de Iniciativa Social (CIS).
El plan del Consell para facilitar y construir nuevos colegios concertados encalla

El plan del Consell para facilitar y construir nuevos colegios concertados encalla

El concurso de uno de los centros impulsados está paralizado y el otro se quedará desierto porque todas las ofertas contienen deficiencias

Joaquín Batista

Jueves, 29 de enero 2015, 10:47

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Los dos únicos proyectos impulsados hasta la fecha por la Conselleria de Educación para construir colegios concertados en suelo público no han llegado a cuajar, lo que supone un importante contratiempo para el Consell en su intento de aumentar este tipo de oferta educativa y facilitar así la libertad de elección de las familias.

Se trata de los Centros de Iniciativa Social (CIS), una idea que sí ha triunfado en Madrid y que consiste en ceder el terreno para que una empresa levante un colegio y se encargue de su gestión durante 75 años. A cambio se le garantiza el concierto, mediante el cual se cubren los gastos de personal y los de funcionamiento. Las ventajas para la administración son varias: se ahorra las obras, ingresa un canon anual y reduce el coste de la escuela una vez abierta, pues una plaza concertada cuesta la mitad que otra pública.

A finales de junio se sacaron a concurso los dos primeros CIS de la Comunitat, que debían ubicarse en Calpe y Elche. La licitación del primero, a la que optaron dos empresas, está paralizada desde hace meses debido a un recurso administrativo presentado por un colegio privado de una localidad próxima, que considera que la oferta de plazas en la zona está cubierta, por lo que alega que la infraestructura no es necesaria. En cuanto al segundo, el concurso va a quedarse desierto después de que la mesa de contratación de la conselleria haya detectado deficiencias en todas las ofertas presentadas. Esto significa que para que el concertado de Elche pueda ser una realidad habrá que convocar de nuevo el procedimiento. En otras palabras, no podrá abrir en el curso 2016-2017, tal y como establecía el pliego de condiciones a cumplir por las empresas que optaban a la licitación.

En este caso se recibieron cuatro ofertas. Dos no pasaron de la primera fase al no presentar toda la documentación exigida para acreditar su solvencia económico-financiera. Las restantes sí han llegado a la segunda, que consistía en valorar el proyecto técnico de obras y el programa educativo propuesto por parte de un comité de expertos. Pero ninguna ha superado el trámite al detectarse varios defectos, según se desprende de las actas públicas que dan fe de las decisiones adoptadas en la mesa de contratación.

La propuesta de la empresa Trinity College of Spain, que ya gestiona varios CIS en la comunidad de Madrid, no incluía el gimnasio, instalación que se considera imprescindible en arreglo a la normativa autonómica. Incluso la mesa llegó a estudiar si se podía adaptar alguna otra estancia para asumir sus funciones, opción que se ha considerado técnicamente imposible.

Respecto al proyecto educativo, se proponía una "comisión de urgencia" dentro del consejo escolar para tratar asuntos disciplinarios graves. El acta dice, textualmente, que la idea "contraviene el principio de participación de la comunidad educativa previsto en todas las leyes educativas". Tampoco convenció el proyecto lingüístico para Infantil -la proporción del inglés es incompatible con el decreto sobre plurilingüismo- ni la propuesta que se hacía para Primaria y Secundaria, etapas en las que "se citan unas asignaturas distintas a las establecidas en la normativa".

La otra empresa, la Fundación Educatio Servanda, sí consiguió un pronunciamiento favorable en el proyecto de obras, pero también incluyó errores en su propuesta de organización, de ahí la valoración negativa de los expertos. El acta se refiere a que el horario escolar planteado llegaba a las 16.30 horas en lugar de a las 17, aunque es cierto que se pueden autorizar, una vez en marcha, situaciones especiales. Además, no se considera legal la propuesta lingüística, entre otros motivos porque en Infantil no se concreta el uso del valenciano, "utilizando la acepción valenciano y/o castellano como lengua vehicular, cuestión que no asegura el uso de la lengua vernácula en la enseñanza", tal y como se exige en los pliegos.

En cuanto al CIS de Calpe, desde el centro promotor del recurso explicaron ayer que no hay novedad en cuanto a su situación. Además, si en el plazo de seis meses a contar desde su presentación Educación no lo ha resuelto, presentarán una demanda con la idea de evitar el avance del concurso.

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