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Las recetas de los guías

Los profesionales alertan del excesivo peso de la hostelería y de algunas zonas del centro para plantear más diversidad en la oferta a los visitantes

P. MORENO

Martes, 21 de octubre 2014, 23:46

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«Es un sentir común de los guías de turismo que Valencia es una ciudad atractiva, visitable, con mucho que ofrecer a nuestros visitantes. Por otra parte, se observa la saturación del turista en algunos lugares como la plaza de la Reina y el poco partido que se saca a otros aspectos no menos atractivos, como los museos y otros elementos de turismo cultural». Así arranca el análisis realizado por la Asociación de Guías de Turismo, entidad que agrupa a medio centenar de profesionales en la ciudad, acerca de cómo mejorar la oferta del 'cap i casal' en un sector cada vez más importante para el empleo.

El presidente de la entidad, José Vicente Niclós, indica que han separado el análisis en cuatro apartados. El primero se refiere a las debilidades: «Valencia incrementa el número de visitantes pero está lejos de ciudades como Barcelona en número de pernoctaciones y en gasto en la ciudad».

Todavía se está muy lejos de las cifras de urbes tan turísticas, aunque la eclosión de visitantes los últimos años (el único sector que ha crecido pese a la crisis) ha dejado ver también algunas debilidades. «El turismo se concentra en áreas como la plaza de la Reina, con única oferta de restauración y terraza, con sensación de saturación pero no de experiencia cultural», indica.

Por otro lado, Niclós asegura que «una ciudad atractiva para sus propios residentes tendría que serlo aún más para los visitantes. Una oferta más inteligente y diversificada significaría enamorar al viajero, al turista y al visitante».

Acerca de la fortaleza de la ciudad, apunta que «la impresión de los turistas que nos visitan y nos comentan es que es una ciudad limpia, habitable». Frente a eso, las amenazas vienen al comparar con casos como Granada, Sevilla o Vitoria, que «tienen un centro histórico envidiable con ofertas de gastroturismo, peatonalización y estado de edificios excelente, con diversificación de su oferta de ocio».

Lo mismo sucede con otras ciudades del sur de Europa, que «representan un desafío en cuanto recepción de turismo de mayor calidad que la nuestra». La oportunidad se encuentra, según el análisis de la asociación, en que «se pueda descentralizar nuestra oferta a través de una estrategia que combine el turismo cultural, el comercio del centro histórico y la recuperación de nuestras calles peatonales».

La estrategia debe pasar en opinión de la asociación por «desarrollar una estrategia combinada de acceso al centro histórico con paradas de carga y descarga en la ronda interior, visitas a pie en un punto de información señalizado con rutas, actuaciones de mejora del barrio de Velluters y del Carmen, y la accesibilidad a la artesanía, comercio y restauración tradicionales».

La propuesta que harán llegar al ayuntamiento pasa por la ampliación de los puntos de carga y descarga de autobuses de turistas. Ahora se permite la descarga de pasajeros en la fachada principal de la Lonja y la carga inmediata en Blanquerías junto a las Torres de Serranos. Otros lugares son la calle Poeta Querol y la calle Pintor López para lanzaderas de turismo de cruceros.

La reserva de otra parada en la calle Guillem de Castro, entre las calles Gandia y Ángel Guimerá supondrían la apertura de una nueva ruta con inicio en el jardín del Hospital, para después pasar por el Colegio de la Seda, entre otros monumentos.

«Los jardines del antiguo hospital constituyen un entorno de valor excelente como zona verde, a lo que se añade la presencia de la Biblioteca como edificio patrimonial y el Muvim, uno de los museos modernos de la ciudad», comenta.

Los guías han trazado también cinco rutas por el centro, combinando la oferta cultural y gastronómica. La mejor manera de desarrollarlas sería con una adecuada señalización, además de mercadillos y la reforma de varias calles.

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