Los vecinos del Carmen cuestionan la eficacia de la zona naranja

«No nos gusta el funcionamiento de la zona naranja en el barrio». El presidente de la asociación de vecinos del Carmen, Miguel Wiergo, respondió ayer de esa manera, claro y tajante, a la hora de analizar el resultado de este tipo de estacionamiento puesto en marcha a finales de marzo de 2011.

La zona naranja pretende dar preferencia a los vecinos a la hora de estacionar con tarifas mucho más baratas que para los conductores no empadronados en el barrio. Aún así, el experimento que ahora se extenderá a Ruzafa está siendo cuestionado por los residentes del centro histórico.

Como publicó ayer LAS PROVINCIAS, la asociación de comerciantes de Ruzafa se ha opuesto a esta modalidad de parking, que se implantará en sus calles una vez terminen las obras de reurbanización. Esto se ha previsto para finales de este año, al faltar sólo un tramo de Literato Azorín, en la parte que recae a Filipinas.

Wiergo indicó que existe un problema serio de limpieza en las calles. «Hay coches que están aparcados una semana entera y cuando los sacan de la plaza, aparece entonces debajo una capa de basura de todo tipo donde no han barrido». El Carmen, pese al cierre de muchos bares, sigue siendo una zona de ocio y botellón.

Los vecinos pueden sacar una tarjeta de residente, por la que pueden estacionar hasta siete días seguidos en la misma plaza, a cambio de una tarifa de 2,80 euros. Para el resto de conductores, el máximo es de dos horas, a cambio del pago de 3,30 euros.

El dirigente sindical recordó un método antiguo de estacionamiento, aún vigente en algunos municipios. «Un día se podía aparcar en los pares y otro en los impares. Así estaba más limpio que ahora», dijo.

Otro de los argumentos con los que cuestionó el método de la zona naranja son los tiques para residentes. «Hay fracciones de uno, dos y tres días, lo que es muy molesto. Debería haber una tarjeta que sirva para todo el año, una especie de tasa», propuso.

Acerca de los precios, consideró que «es caro para todo el mundo, tanto vecinos como no residentes en el Carmen». Sobre la petición de los comerciantes de Ruzafa, indicó que en el centro histórico debería también concederse tiques a los titulares y trabajadores de los establecimientos.

Por su parte, el presidente de la asociación Amics del Carme, Antonio Cassola, coincidió con el anterior en la conveniencia de una tasa anual para los residentes, además de favorecer al pequeño comercio con una zona logística en el barrio para sus vehículos.

La entidad reivindicó hasta conseguirlo una zona de estacionamiento para los vendedores del mercado de Mossén Sorell. Además, sostuvo que el sistema debe completarse con más transporte público y aparcamientos.

Habló también de que el modelo no funcionará en Ruzafa sobre todo si se «sangra» el resto de la zona ORA. El ayuntamiento aprobó una subida de hasta un 83% este año en calles del Ensanche. Mientras que en el resto de la zona azul, los primeros 25 minutos cuestan 30 céntimos, en el distrito citado y el de Extramuros se sitúan en 55 céntimos.