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Operarios, ayer, en las obras de eliminación de la barandilla de hormigón agrietado. :: jesús signes
Cambian la barandilla del puente de Monteolivete por grietas

Cambian la barandilla del puente de Monteolivete por grietas

Además de la mala imagen que provocaba la rotura del hormigón, también se ha tenido en cuenta el riesgo de un desprendimiento de cascotes al jardín

P. M.

Viernes, 22 de agosto 2014, 00:02

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El mal estado del hormigón del puente de Monteolivete ha obligado a sustituir la barandilla realizada con este material por otro de diseño similar, pero que ofrece más garantías. Las obras comenzaron ayer, cuando una brigada de la contrata cambió el tramo más dañado, aunque a partir de septiembre se extenderá al resto de esta infraestructura, confirmaron fuentes de la concejalía de Obras en la Vía Pública.

La delegación que gestiona el edil Francisco Lledó tenía en cartera esta sustitución hace tiempo, al detectar el agrietamiento de toda la barandilla de hormigón. El puente de Monteolivete fue construido en los años 80 y lleva la firma del fallecido ingeniero Fernández Ordóñez. El arquitecto Santiago Calatrava lo prolongó en la parte próxima a la Ciudad de las Artes, con el propósito de abrir una conexión directa entre l'Hemisfèric y el Palau de les Arts, con un viaducto del característico color blanco de este autor.

Las mismas fuentes apuntaron que en el puente original «se construyeron en el mismo lugar las barandillas de hormigón», una de las posibles causas de que la oxidación de las varillas metálicas haya roto la mayor parte de las piezas. En su lugar, las nuevas tienen «asumida la tensión que generan estas varillas», por lo que en principio su durabilidad será mayor.

Las obras se limitarán a la parte superior de la barandilla, dado que todos los paramentos verticales son de hierro. «Las primeras piezas han funcionado muy bien, con un agarre correcto», precisaron. Este puente es uno de los más transitados por los turistas que acceden a la Ciudad de las Artes y las Ciencias desde la parte norte del viejo cauce. Además de la mala imagen que provocaba la rotura del hormigón, también se ha tenido en cuenta el riesgo de un desprendimiento de cascotes al jardín.

En las cercanías, el Palau de les Arts sigue a la espera de las obras del cubrimiento de las enormes planchas metálicas que forman sus fachadas. En este caso no será hormigón, sino piezas de cerámica, con el propósito de sustituir a las retiradas hace meses al aparecer grietas y caer fragmentos.

El puente de Monteolivete es, sin duda, el que más alteraciones ha sufrido desde su ejecución inicial. Al viaducto construido por Calatrava hay que añadir el monolito ajardinado que se colocó en la mediana para recordar la visita a Valencia del Papa Benedicto XVI, con motivo del Encuentro Mundial de las Familias.

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