Hosteleros del paseo marítimo alertan del aumento de ratas en los jardines

Cenar a la fresca es una tradición en el paseo marítimo de la Malvarrosa casi desde el mismo día de su inauguración en 1991, aunque tiene sus consecuencias. Los restos de comida que se quedan en los jardines son una de las causas principales de la presencia excesiva de ratas por la zona peatonal.

Así lo denunciaron ayer hosteleros de la zona, quienes indicaron que son conscientes de la dificultad del ayuntamiento para limitar de alguna manera esta actividad. La calle es de todos, aunque el coste de la limpieza también.

«Medio bocadillo tirado por un niño en un seto se convierte en el alimento perfecto y hace que aumenten los nidos», precisaron las mismas fuentes. La parte trasera del paseo marítimo está formada en su mayor parte por jardines y medianeras arboladas. El alcantarillado hace el resto para proporcionar el refugio perfecto para las ratas.

El ayuntamiento ha colocado cebaderos con veneno en algunas zonas, sobre todo las más próximas a la playa de la Patacona. Fuentes de la empresa Lokímica, encargada de la gestión de plagas en la ciudad, indicaron que no han recibido avisos de la zona denunciada por los hosteleros, aunque precisaron que ya el pasado junio realizaron un incremento de los tratamientos contra estos roedores y cucarachas.

El distrito Marítimo es por las características de su alcantarillado y del subsuelo uno de los lugares donde se realizan más actuaciones de prevención. Además del citado refuerzo de desinsectación en junio, las mismas fuentes comentaron un servicio para frenar una bolsa de mosquitos en el entorno de la Marina, debido a una acumulación de agua de lluvia.

Las precipitaciones son uno de los problemas que sufren los hosteleros, debido a que la arena atasca los imbornales. A principios del pasado mes, una fuerte tormenta dejó encharcada toda la zona peatonal durante horas.

El ayuntamiento ya pidió a la Demarcación de Costas que escampara la arena o la trasladara a otra parte del litoral. La ampliación del puerto ha agravado el basculamiento de la playa, que crece en la parte de las Arenas y retrocede en la parte norte de la Malvarrosa.

Otra de las actuaciones municipales recientes se produjo en el paseo de Neptuno, en esta ocasión por la suciedad dejada por el botellón. Los residuos también facilitan la acumulación de insectos en el alcantarillado, pese al incremento en la limpieza ordenado por el consistorio tras las quejas de los establecimientos de la zona.