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Primeros asistentes a la cola de Viveros para conseguir entradas de la batalla de flores.
Los palcos de la batalla de flores causan colas dos días antes de sacarlos a la venta

Los palcos de la batalla de flores causan colas dos días antes de sacarlos a la venta

Comisiones falleras y jóvenes preseleccionadas guardan turno en Viveros desde primera hora de la tarde de ayer con sillas y camas plegables

VICTORIA DEL BAÑO

Jueves, 24 de julio 2014, 00:12

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Todavía quedan dos días para que se abran las taquillas de Viveros en las que se venderán los palcos para ver en primera línea la batalla de flores que cierra la Feria de Julio y en la calle ya hay, desde la tarde ayer, grupos de falleros haciendo cola.

La primera persona que se presentó en los Viveros para optar a las entradas del festejo de la Feria de Julio que salen a la venta el viernes a las 9 de la mañana era Amparo Cuesta, que asistió a las 16.30 horas.

Esta vecina, fallera de la comisión Lope de Vega, terminó de comer y acudió a los jardines de Viveros para asegurarse una plaza. Amparo fue la encargada de abrir la lista de espera apuntada en un papel para no perder el puesto.

Primero acudió sola, como primera avanzadilla, y poco después la acompañaron amigos de una falla del barrio de Ruzafa. Amparo no es la primera vez que hace cola, de hecho, asegura que lleva 20 años repitiendo esta operación, pero en esta ocasión, ha conseguido ser la primera de la lista. «Un año llegué el viernes por la tarde y ya no quedaban entradas, por eso, este año no he querido perder el tiempo», indicó Amparo Cuesta.

Los segundos de la cola, son componentes de la falla Peris y Valero-Cuba y también son veteranos en esta experiencia. «Los primeros solemos tener experiencia en esto de esperar turno, por eso, no nos dormimos y venimos bien pronto», dijo Esperanza Jiménez.

En tercer orden estaban miembros del sector de Rascanya, que acudieron con hamacas, mesas, neveras y hasta con una cama plegable, para pasar una buena noche. Este nutrido grupo de 10 personas aseguraron que el truco es ir relevándose, «hacemos turnos de mañana, tarde y noche en función de los trabajos», explicaron.

Y, como caso curioso, hasta las propias falleras infantiles preseleccionadas para las cortes de 2015 estuvieron presentes en las puertas de Viveros para vivir el ambiente en primera persona.

Otra joven preseleccionada, Iris Romero Pardo, de la falla Río Bidasoa-Conde Torrefiel permaneció varias horas. «Soy fallera de toda la vida, pero nunca había participado de forma directa. Ahora que estoy preseleccionada espero disfrutar. He venido a acompañar a mis familiares en la cola, pero no puedo estar los dos días porque trabajo».

Avituallamiento

Este sector fue animando la espera con refrescos y bocadillos que trajeron desde casa, a otros, como Amparo Cuesta, se les olvidó la cena y aseguraron que recurrirían a bares cercanos. Cuatro miembros de la falla Plaza del Negrito, no dudaron en acudir con una pérgola de tela para protegerse del calor. Los relevos que fueron acudiendo a lo largo de la noche llevaron incluso parchís y cartas para matar las horas muertas.

Entre los presentes de la cola, algunos afirmaron que lo que más les gusta de la batalla de flores «es contemplar el trabajo que se ha hecho en las carrozas y ver a nuestras representantes preseleccionadas disfrutar del momento», comentó una joven de Rascanya.

Hoy la cola todavía será más llamativa, puesto que todos los años suele llegar hasta el final de Viveros, a la altura de Blasco Ibáñez.

Los palcos saldrán a la venta por un precio de 30 euros y sólo se permite la venta de uno por persona. En cada uno de estos balcones que se instalarán en la Alameda caben seis personas.

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