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Isabel Domingo
Martes, 1 de julio 2014, 22:08
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La Concejalía de Parques y Jardines del Ayuntamiento de Valencia ya puede respirar. O, por lo menos, empezar a hacerlo con el temido picudo rojo, causante de una plaga que ha provocado la tala de 174 palmeras en la ciudad durante los últimos años. Un grupo de investigadores de la Universitat Politècnica de València (UPV) ha estudiado el comportamiento de este insecto para establecer nuevas medidas preventivas y curativas contra una plaga que amenaza a las palmeras de todo el mundo.
¿Cuántos metros de media recorre el picudo? ¿Influye el sexo, edad y tamaño del insecto en su capacidad de vuelo? Son algunas de las preguntas a las que da respuesta el estudio sobre el patrón de vuelo del 'Rhynchophorus ferrugineus', que ha sido publicado en el 'Bulletin of Entomological Research' y que se ha desarrollado en los laboratorios del Instituto Agroforestal Mediterráneo (IAM) con la colaboración del Departamento de Informática de Sistemas y Computadores (DISCA) de la UPV.
Según ha explicado esta entidad, el equipo de trabajo analizó el comportamiento del insecto en una cámara equipada con un molino de vuelo conectado a un ordenador, evaluando parámetros como distancia recorrida, duración del vuelo, velocidad media y máxima, etc. Entre sus conclusiones, el informe señala que la mayoría de insectos analizados (un 54%) recorre distancias cortas, de menos de 100 metros; el 36% voló entre 100 y 5.000 metros; y un 10% fue capaz de volar más de 5.000 metros. "Comparando los resultados con otros trabajos que hemos realizado en campo, podemos concluir que cuando se detecta un insecto, todas aquellas palmeras que están hasta 500 metros de distancia corren grave riesgo de ser infestadas", apunta Antonia Soto, investigadora del Instituto Agroforestal Mediterráneo de la UPV.
Respecto al sexo, los investigadores han determinado que no incide en el potencial de vuelo del insecto, mientras que en el caso de la edad observaron que en los picudos de entre 8 y 23 días el porcentaje que vuela es mayor que en los recién emergidos. Este tipo de información ayuda a mejorar el manejo de esta plaga y encontrar medidas de control más eficaces; por ejemplo, en un nuevo foco detectado de palmeras con picudo, ahora podemos saber hasta qué distancia hemos de aplicar medidas de control de la plaga para evitar, o al menos disminuir, su dispersión. O podemos conocer cuál sería el perímetro de seguridad que se debe aplicar en una zona con presencia de picudo, añade Juan Antonio Ávalos, investigador del IAM.
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