El mapa de los peligros ciclistas en Valencia

¿Cuáles son las zonas más peligrosas de Valencia para los ciclistas? ¿Dónde se producen más robos? Preguntas como las que anteceden y muchas más son las que se pretenden responder con una página web puesta en marcha por una plataforma ciudadana, usuarios de la bicicleta que pretenden articular las reivindicaciones del sector con datos volcados por los propios afectados. A través de la página alertaciclistas.com, puesta en marcha hace unas semanas, se ofrecerán los datos al consistorio.

«Nadie maneja cifras de los robos de bicicletas, conocemos los atropellos más graves que sufren los ciclistas (muertes y lesionados graves), pero no tenemos ni idea de cuántos atropellos con consecuencias leves se producen cada jornada en Valencia. Día tras día nos encontramos infraestructuras mal diseñadas que aumentan la probabilidad de accidentarnos», indica Carlos Orero en la presentación del proyecto.

Pese a la juventud de la página, ya muestra 38 puntos negros, 11 lugares donde se han producido robos, 19 casos de bloqueo y siete de acoso a los ciclistas, así como ocho accidentes de tráfico. Un balance que empieza a dibujar ya las principales zonas con incidentes.

La casuística es muy variada, pero la mayor parte de puntos negros se producen en las intersecciones de la calzada con el carril bici que discurre por las aceras. Mala visibilidad por la falta de poda en los árboles y deficiencias en las secuencias de los semáforos completan el mapa de momento, aunque existe una maniobra muy característica que produce accidentes de tráfico.

Se trata del típico adelantamiento de un coche a la bicicleta justo antes de girar a la derecha para embocar por una calle. «Es frecuente que golpee la rueda delantera y el ciclista acabe en el suelo», dijo Orero, quien indicó que muchos de estos casos quedan fuera de la estadística, al menos reflejados de una manera que sirva para corregir posibles deficiencias de la planta viaria.

«¿Y si tuviéramos un mapa para visibilizar los problemas de los ciclistas urbanos?», resume el proyecto, que se ofrece a otras ciudades. «Esto está abierto y la página la harán los propios usuarios, no hay ningún problema si se pone en marcha en otros lugares», comentó.

El apartado de acoso al ciclista no tiene el propósito de crear un perfil geográfico, aunque sí de mostrar las peores conductas hacia los usuarios de la bicicleta. «Lo peor es cuando son calles 30; los conductores de coche se creen que están legitimados para pitarnos o pegar acelerones».

Estas calles, al igual que las ciclocalles (preferencia para los ciclistas), se han extendido por el centro en los últimos años, además de algunos barrios aislados. La concejalía de Tráfico pretende calmar la circulación con esta señalética.

Los usuarios acceden en la página web para hacer un comentario o destacar un incidente, donde se puede añadir fotografías. Un administrador repasa los comentarios, con el propósito de que los nombre de las calles sean correctos, para después publicarlos.

Cuando hay dos alertas del mismo lugar, en ocasiones se dejan, para certificar de este modo el interés de los ciclistas en erradicar el punto negro, o sencillamente en demostrar con la evidencia la aberración que supone la deficiencia.

Es lo que ocurre con el carril bici de la calle la Safor, a la altura del colegio Sagrada Familia. En esta vía junto a la avenida Cortes Valencianas se da la circunstancia de que el itinerario ciclista se ve cortado por un muro, tal cual. Sin ninguna indicación añadida. Cruces con escasa visibilidad, candados cortados y tirados en el suelo, así como estacionamiento en el carril bici y una zona mal resuelta al coincidir el carril para ciclistas con un recorrido saturado de viandantes son otros de los casos que aparecen en la web.