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Cómo se celebra la tomatina

La fiesta del tomate de esta localidad valenciana es una de los actos populares más famoso de España y del mundo

LAS PROVINCIAS

Martes, 26 de agosto 2014, 12:41

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La Tomatina de Buñol se celebra el último miércoles de cada año, y consiste básicamente en participar en una batalla donde vecinos y sobre todo turistas se lanzan tomates unos a otros. Año tras año, el color rojo intenso tan particular del jugo de tomate invade las calles de Buñol.

El origen de la Tomatina

La Tomatina comenzó en 1945 prácticamente por accidente. Aquel último miércoles de agosto de 1945 se organizó un desfile de gigantes y cabezudos y un grupo de jóvenes del pueblo quiso participar en la comitiva festera y, en vista de que se lo prohibieron, empujaron a los participantes. Todo acabó en una multitudinaria pelea que terminó con una batalla campal cuyo arsenal fueron los tomates de un puesto de hortalizas cercano.

Fases de la Tomatina

1. El palo jabón

En torno a las 10 horas comienza el primer evento de la Tomatina. Es el "palo jabón", similar a la cucaña, que consiste en subir un a poste engrasado con un jamón en la parte superior. Mientras esto sucede, el grupo trabaja en un frenesí de cantar y bailar mientras se duchan con mangueras. Una vez que alguien es capaz de soltar el jamón del palo, se da la señal de inicio.

2. La guerra de tomates

La señal para el comienzo de la tomatinase da a eso de las 11 de la mañana, cuando suena la carcasa, y comienza el caos. Varios camiones lanzan los tomates en abundancia en la Plaza del Pueblo. Ataviados con gafas de buceo, guantes y ropa preminentemente blanca, los participantes lanzan tomates durante aproximadamente una hora. Después, la lucha termina al disparo de la segunda carcasa anunciando el final. Toda la plaza queda teñida de rojo y se forman ríos de jugo de tomate.

3. La retirada

El proceso de limpieza de las calles lo realizan camiones de bomberos. Los participantes en la tomatina aprovechan las mangueras que les ceden los vecinos para quitarse el tomate pegado al cuerpo. Algunos se acercan al charco de los peñones para lavarse. Tras la limpieza, las calles del pueblo, que son de adoquín, quedan impolutas debido a la acidez del tomate que desinfecta y limpia a fondo todas las superficies.

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