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La ISS es el únicolaboratorio humano permanentemente habitado en el espacio
Cianobacterias para una estación espacial sostenible

Cianobacterias para una estación espacial sostenible

La Agencia Espacial Europea prepara el lanzamiento de unos biorreactores con los que quiere reciclar los desechos de los astronautas y convertir a la ISS, en la medida de lo posible, en un ecosistema completo

agencias

Lunes, 30 de junio 2014, 19:01

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La Agencia Espacial Europea (ESA) ultima los detalles para lanzar al espacio una tecnología que permita reciclar aún más los residuos de los astronautas. Pretende poner a prueba su concepto con unos biorreactores de spirulina un grupo de cianobacterias que ayudarán a que la Estación Espacial Internacional sea más independiente de los suministros que le llegan desde la Tierra.

El programa Melisa desarrolla, desde hace 25 años, tecnologías para lograr que las naves tripuladas no necesiten suministros. Que recicle indefinidamente los desechos de los astronautas, como el dióxido de carbono o la orina y los convierta en oxígeno y agua limpia, como si se tratarse de un planeta en miniatura. La energía necesaria para cerrar el ciclo, como en el caso de la Tierra, es la que aporta el sol.

La Estación Espacial Internacional recibe hasta ocho naves de reabastecimiento cada año, cargadas de oxígeno, agua y comida para sus seis tripulantes. De este modo, con un ecosistema parcialmente cerrado se lograría un gran ahorro en horas de planificación y lanzamiento y se podría liberar espacio para poder enviar más experimentos al complejo orbital.

Programa Melissa

Melissa estudia cómo combinar bacterias, algas, plantas, procesos físicos y químicos en un sistema autosuficiente que transforme los deshechos de los astronautas en nuevos recursos. Sus componentes se ponen a punto en distintos lugares del planeta y pronto se lanzarán a 400 kilómetros sobre su superficie.

El primer elemento en órbita será un fotobiorreactor que utiliza la energía de la luz para alimentar a unos organismos que transforman el dióxido de carbono en compuestos útiles. Los biorreactores son recipientes cerrados para cultivar organismos. Pero conseguir que una especie prospere en su interior no es fácil. A medida que sus ocupantes crecen, necesitan más espacio y otro tipo de iluminación, y no se pueden extraer los productos para el consumo humano sin alterar el equilibrio del mini-ecosistema.

Experimento práctico

El equipo de Melissa ha realizado un gran avance en este campo y está listo para probar su prototipo en el espacio. En los próximos 12 meses se enviarán cianobacterias de la variedad Spirulina a la Estación Espacial Internacional para estudiar cómo se desarrollan en condiciones de microgravedad.

La Spirulina se lleva utilizando como alimento para humanos desde hace varios siglos, sobre todo en Sudamérica y en Africa. Esta cianobacteria transforma el dióxido de carbono en oxígeno, se multiplica rápidamente y también constituye una comida rica en proteinas.

El primer experimento consistirá en evaluar cómo se adapta la Spirulina a las condiciones de microgravedad, para que los investigadores puedan ajustar el funcionamiento del sistema. En la siguiente fase se realizará un experimento práctico: se conectará el biorreactor con un dispositivo que simula la respiración de un astronauta para que las cianobacterias se alimenten de dióxido de carbono y produzcan el oxígeno necesario.

Si estas pruebas salen según lo previsto, el equipo estará un paso más cerca de su objetivo final: reciclar el dióxido de carbono, el agua y los residuos orgánicos de los astronautas para producir alimentos, agua y oxígeno en el espacio.

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