Auge y caída de Softonic

Empezó como un proyecto de final de carrera, el del emprendedor Tomás Diago, y acabó siendo uno de los portales más importantes de la historia de la web española. Softonic nació en 1997, cuando internet daba sus primeros pasos en nuestro país y su papel intermediario entre desarrolladores y usuarios era más necesario que nunca. Si un consumidor necesitaba una aplicación o una herramienta para el PC, Softonic era la guía de perfecta. Una década más tarde, la plataforma alcanzaba los 279 millones de páginas vistas al mes y se convertía en el primer portal de Europa en distribución de 'software'. La semana pasada, sin embargo, la viabilidad de la compañía quedaba en entredicho. La empresa anunciaba la preparación de un expediente de regulación de empleo que «afectará a un número significativo de personas de la oficina de Barcelona», según podía leerse en un escueto comunicado.

Con más de 430 empleados repartidos en las sedes que la firma tiene en Barcelona, Madrid, San Francisco, Nueva York, Ciudad de México, Shangai y Tokio, Softonic explica que «los cambios en las condiciones del mercado» han dado lugar a «un descenso constante en el tráfico de usuarios y los ingresos durante el año».

El problema se ha agravado, además, por la «cancelación de importantes contratos con clientes». Lo más sorprendente es que en 2014 la empresa ha aumentado su plantilla en 80 personas y su objetivo era llegar a las 120 contrataciones a finales de año.

De momento la compañía se encuentra preparando la propuesta de reestructuración que será presentada a la comisión de trabajadores -aún debe ser elegida por los empleados para representar sus intereses en la negociación, dado que no cuentan con comité de empresa- en noviembre y asegura que «ninguna cifra de las que se ha dado con respecto al número de despidos es oficial».

El dato lo aportaba el diario La Vanguardia, que hablaba de la salida de más de 200 empleados y aportaba una idea más: que un cambio en el algoritmo de Google en agosto había perjudicado los resultados de Softonic en el buscador.

Alberto Flores, fundador de la compañía Capitán Seo, especializada en posicionamiento en buscadores, niega la mayor. «El algoritmo de Google trata de mostrar siempre los resultados más relevantes para el usuario. Dicen que para ello tiene en cuenta más de 200 variables, así que a lo largo del año lo modifican muchas veces para lograr ese objetivo», explica. Esos parámetros no son públicos, lo que significa que cada vez que hay una modificación, los expertos tienen que adaptarse a los cambios. Pese a todo, Flores explica que Softonic cuenta con «700.000 páginas indexadas» y que para las dos primeras páginas de Google «tiene más de 1,8 millones de conceptos posicionados». Ambos datos indican que «la web no ha sido penalizada».

Si bien es cierto que el tráfico de la página se ha resentido en julio y agosto, «en septiembre volvió a repuntar», analiza el responsable de Capitán Seo, lo que en realidad podría evidenciar, simplemente, que en verano la demanda de búsquedas relacionadas con este servicio y los conceptos que maneja Softonic bajan. En su opinión, «la desconfianza de los usuarios ha sido clave. Softonic tiene un volumen de publicidad brutal, lo que exige a los usuarios pulsar muchos clicks, algunos de ellos engañosos, antes de llegar al contenido».

Programas maliciosos

Una idea que coincide con la opinión generalizada de que el servicio que la compañía ofrece se ha ido deteriorando a lo largo de estos años. Lo que comenzó como una librería de archivos, se ha ido convirtiendo en un foco de 'malware', programas maliciosos insertados dentro de las descargas con objetivos de lo más granado. La línea comenzó a cruzarse en 2012, cuando se instauró un sistema de descargas 'premium' que exigían el pago por mensajes SMS. Poco a poco la navegación por la web se fue complicando. «Por desgracia es un método de monetización bastante frecuente en este tipo de servicios», resume Dani Creus, analista de Karspersky.

«Se empieza ocultando al usuario el vínculo en el que se encuentra la página que aloja el archivo original del programa y luego se le da importancia al archivo que cuelga el intermediario, que además de contener el programa original tiene otros que se instalan en el ordenador para, por ejemplo, mostrar publicidad, o herramientas de terceras partes con las que han llegado a un acuerdo», comenta Creus.

Todo es legal, pues a menudo queda detallado en las extensas páginas de términos de servicio que el usuario rara vez lee. En opinión de Creus, ese deterioro en el servicio, «ha sido un factor importante» en la caída de la compañía: «Si cada vez que me instalo algo de Softonic viene con premio, eso causa una sensación de inseguridad y de falta de privacidad enorme», concluye. Lo cierto es que la compañía ganó 29 millones de euros en 2012, aunque este año podría registrar pérdidas ante la inesperada caída de los ingresos.