Borrar
Urgente Dani Alves, en la vista para decidir sobre su libertad provisional: «No voy a huir»
Un Ford Sierra tal y como se ve en el título.
'Dirt Rally', el regreso de un clásico

'Dirt Rally', el regreso de un clásico

Codemasters vuelve triunfal al género de la simulación de rallies con una conducción exquisita y un apartado técnico deslumbrante

Iker Cortés

Sábado, 28 de mayo 2016, 00:20

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

A finales del pasado siglo Codemasters plantaba la primera semilla de la saga. Lo hacía con la 'ayuda' de un nombre conocido en la competición, el del malogrado piloto escocés. 'Colin McRae Rally' era un juego pionero y uno de los mejores representantes de lo que puede entenderse como simulación en el mundo de los rallies.

Por aquel entonces, sus gráficos lo elevaban muy por encima de la media, alcanzando el sobresaliente, pero el apartado que realmente rompía las marcas del resto de simuladores de coches -sí, también las de un 'Gran Turismo' (1998), publicado el mismo año- era el control. El 'dual shock' de la primera PlayStation era capaz de transmitir sensaciones inéditas. El pad, con sus sticks analógicos, respondía y permitía manejar el vehículo como el mejor de los volantes del mercado. Por primera vez, desde la vista interior de la cabina -tengan claro que las posibilidades técnicas eran las que eran, a finales de los noventa-, el jugador podía sentir la inercia de las curvas, los frenazos y los badenes de la calzada. Era, sin exagerar, una de las primeras veces que el jugador se sentía en el interior del vehículo.

'Dirt Rally' ha perdido la licencia del piloto escocés por el camino, pero ha recuperado la esencia del título, adaptándola a los tiempos que corren. Presente en PC desde el año pasado, el juego acaba de llegar a PlayStation 4 y Xbox One y lo cierto es que resulta un soplo de aire fresco porque apenas hay juegos de simulación dedicados al mundo del rally, pues tanto 'WRC 5' como 'Sébastien Loeb Rally EVO' están más orientados hacia el arcade y en el apartado técnico son más bien limitaditos.

Es, precisamente éste, uno de los aspectos en los que 'Dirt Rally' puede sacar pecho. El juego se mueve a resolución Full-HD y a 60 frames por segundo en todo momento, proporcionando una precisión en el control hasta el momento solo vista en el 'Forza Motorsport 5' de Xbox One. La dirección artística no se queda atrás. Los juegos de luces, reflejos, la paleta de colores utilizada en cada tramo No son el siguiente paso gráfico en la generación pero rayan la maestría. Las físicas del vehículo, la respuesta de la cámara a los volantazos y frenazos, y la suavidad y velocidad con la que todo se sucede suman en el conjunto.

El conductor siente en sus manos cada cambio de superficie, cada curva y badén gracias a la vibración transmitida por el mando; escucha la entrega de potencia del motor, las suspensiones y a un copiloto que no para de dictar ni para tragar saliva. Son sensaciones de inmersión que pocos juegos saben trasladar a los jugadores. Las etapas son como un tren de adrenalina que parece llevar la caldera de la locomotora al límite. Solamente usando todo el recorrido de los gatillos para la aceleración y el freno se puede aprender a negociar las curvas, encontrar ese punto de equilibrio entre posible máxima velocidad y control. Es una experiencia de conducción exquisita, exigente y que requiere de un importante grado de concentración pero que recompensa con creces.

Los modos de juego son variados. A saber, campeonatos a medida, etapas sueltas, juego online competitivo, modalidad de subida de montaña, así como carreras en circuitos con varios vehículos en pista. Pero, sin lugar a dudas, el modo estrella es el de carrera profesional, donde si así lo deseamos desarrollaremos nuestra carrera iniciandonos con coches de la década de los 60, hasta llegar a los que compiten por los grandes premios en la actualidad. Todo ello resulta incentivado por pequeñas recompensas y mejoras, además del pertinente montante económico que nos permitirá avanzar en nuestro equipo técnico para tener más margen de maniobra a la hora de reparar el vehículo entre etapas o para ampliar el número de vehículos en el garaje. Además, la competición traslada al jugador a parajes dispares, con diferentes superficies y condiciones climatológicas. Bajo la luz de la luna, al sol o empapados por la lluvia, los conductores lucharán contra el crono en Grecia, Monaco, Gales, Finlandia, Suecia o Alemania.

La mayor dificultad

Para los más puristas, Codemasters ha diseñado un nivel de dificultad de lo más complejo, aunque conducir sin ningún tipo de ayuda visual no es algo apto para cualquier estómago. Los pilotos que se atrevan no contarán con esquemas de las próximas curvas, ni tendrán acceso al cuenta revoluciones, ni sabrán cuál es su grado de avance en la etapa. En esta situación, deberán poner máxima atención a las indicaciones del copiloto, además de escuchar el sonido del motor para cambiar de marcha eficientemente y por último manejar con templanza el estrés hasta que el compañero diga la palabra meta.

Es en este momento cuando ponen la guinda al pastel, tras cruzar la meta el jugador puede por fin relajarse y disfrutar de una repetición completa de toda la etapa. Verá cómo el vehículo se comprime al caer de un gran salto, cómo el peso del mismo se desplaza hacia el tren delantero en las grandes frenadas y cómo el peso se recibe en el tren posterior en las salidas de las curvas. En las horquillas, se apostará el público que animará aplaudiendo y dando vítores al paso del vehículo. En una época en la que los simuladores de conducción no se prodigan mucho, 'Dirt Rally' es más que necesario.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios