Borrar
Uno de los vídeos conceptuales elaborados por Magic Leap.
Abran paso a la realidad mixta

Abran paso a la realidad mixta

Los desarrolladores aún no han tenido acceso a ella, pero la tecnología de Magic Leap, que fusiona realidad virtual en entornos reales, ha obtenido ya 1.235 millones de euros de financiación

Iker Cortés

Sábado, 30 de abril 2016, 07:36

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Magic Leap es un secreto a voces, una promesa que aún no se ha dejado ver en todo su esplendor pero que cuenta ya con decenas de voces aliadas: las que han podido probar una tecnología que realmente podría cambiar la forma en la que el ser humano se relaciona con su entorno. Los más de 1.235 millones de euros de financiación -Google y Qualcomm han sido algunos de los inversores- obtenidos hasta el momento por esta pequeña empresa afincada en un suburbio de Florida avalan una propuesta que busca fusionar elementos virtuales sobre la realidad que nos rodea.

¿Es realidad aumentada? Sí, pero también es algo más. En las aplicaciones de realidad aumentada a las que se accede a través del móvil o de dispositivos como Google Glass, al mundo real se le superpone una capa de contenidos digitales. En tecnologías como Magic Leap o las Hololens de Microsoft, con las que parece tener mucho en común, objetos virtuales se integran en el mundo real y responden ante el mismo. Es lo que los expertos denominan Mixed Reality (realidad mixta, en su traducción del inglés) y supone, por ejemplo, que el usuario no vea un robot que se esconde debajo de una silla, a no ser que se agache para ello.

Poco se sabe del dispositivo que fabrica la magia, un visor semitransparente que permite ver el entorno real y que, en cuestión de tamaño, se aproximaría más a unas Oculus Rift que al minimalismo de las Google Glass, según han señalado quienes lo han probado. Rony Abovitz, fundador de la compañía, se niega a dar detalles de cómo funciona pero Kevin Kelly, fundador y director ejecutivo de 'Wired', ha arrojado algo de luz en el artículo que ha publicado este mes y que es portada de la revista, algo inusual teniendo cuenta que Magic Leap ni siquiera ha lanzado una versión beta de su producto y los desarrolladores aún no han podido acceder al ingenio.

A diferencia de otros gadgets que montan pantallas para crear la ilusión óptica, en Magic Leaps son haces de luz los que hacen que lo virtual se funda con precisión milimétrica sobre el entorno real. Las gafas proyectan los objetos virtuales a través de una fuente de luz que se ubica en el borde del cristal y se reflejan de nuevo para que el usuario pueda ver dichos objetos. En teoría, en una habitación totalmente a oscuras, el dispositivo podría funcionar como un visor de realidad virtual al uso.

Esta tecnología, que es también la que ha adoptado Hololens, resuelve un problema crucial. Los visores tradicionales montan las pantallas a escasos centímetros de los ojos y eso genera fatiga. Kelly pone un ejemplo: si las pantallas están generando la ilusión de que a cien metros del usuario hay una ballena, la vista intenta enfocar a esa distancia cuando en realidad la imagen se sitúa a escasos centímetros. Y eso genera cansancio e incomodidad porque en realidad los ojos no están funcionando como lo hacen en la realidad. Magic Leap, señala Kelly, crea esta sensación de profundidad de tal manera que si algo está lejos, los ojos enfocan a esa distancia. «Adaptarse de nuevo a la realidad es tan cómodo como quitarse unas gafas de sol. Es algo natural», afirma el periodista.

Otro de los elementos que destaca el autor del artículo es la ausencia del píxel. Aseguran desde Magic Leap que la forma en la que el haz de luz incide en el ojo es distinta a la de cualquier tecnología y lo cierto es que Kelly corrobora que las imágenes que ha visto son «suaves e increíblemente realistas. Vi una película en alta definición en una pantalla de cine virtual y se veía tan brillante y nítida como en mi televisión de 55 pulgadas».

No es la única experiencia a la que hace referencia. «Sobre el escritorio, veo un drone minuciosamente detallado. Me acerco a él, extiendo mi mano y 'toca' mi huella dactilar. Me alejo y parece tan real como las lámparas y los monitores del despacho. No hay evidencia de píxeles o artefactos digitales». Kelly describe otros ejemplos en los que dispara a robots de su tamaño o ve un combate entre humanos encima de una de las mesas de la oficina y todo con detalle fotorrealista.

Pese a lo prometedor de la tecnología, a Magic Leap aún le queda mucho camino por recorrer. Microsoft, su principal competidor, ya ha demostrado en varias ferias que sus Hololens funcionan -especialmente llamativa fue la presentación que hicieron con 'Minecraft'- y además cuenta con una ventaja con respecto al dispositivo de Magic Leap: su visor funciona de forma autónoma y no necesita estar conectado a un ordenador, mientras que la tecnología de los de Florida parece que va unida a un ordenador. En cualquier caso, habrá que seguir muy de cerca a esta compañía.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios