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Escena de 'The Order 1886'
'The Order', otra Revolución Industrial

'The Order', otra Revolución Industrial

El juego de Ready At Dawn, ambientado en un siglo XIX distópico, es la primera gran producción del año

Iker Cortés

Lunes, 16 de febrero 2015, 00:58

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«¡Asombroso, una joya, fantástico!». El cineasta Álex de la Iglesia describía así de entusiasmado 'The Order: 1886' durante el acto en el que Sony presentó el videojuego a la prensa española. ¿Publicitario? Sin duda. Pero lo cierto es que el título que Ready At Dawn, una compañía que hasta ahora se había encargado de proyectos para la portátil de la japonesa con algunos de los personajes más famosos de la casa, ha estado desarrollando durante tres largos años está llamado a llevar la PlayStation 4 y sus juegos exclusivos a otro nivel. Esa es, al menos, la esperanza que la firma asiática ha depositado en una producción que ya huele a 'blockbuster'.

Primero, porque el argumento es una de esas locuras palomiteras con las que Hollywood sorprende de vez en cuando al espectador. El jugador se pondrá en la piel de Sir Galahad, miembro de una antigua orden de caballeros fundada por el Rey Arturo, encargada de luchar contra los licántropos y mantener a salvo a la raza humana.

Con la llegada de la Revolución Industrial, el equilibrio entre ambas facciones vuelve a romperse. Y lo hace en un momento en el que los estratos más bajos de la población comienzan a rebelarse tras siglos y siglos de opresión. «Verán a la orden como una fuerza represora, lo que añade un interesante debate ético y moral de cara al jugador», explica Andrea Pessino, director técnico del estudio.

Segundo, porque los de Irvine (California) han construido un juego de acción en tercera persona con un aspecto muy cinematográfico -más allá de los filtros que simulan la textura del celuloide, el título luce las franjas negras habituales en las películas panorámicas, en una «decisión artística» que, además de vistosa, alivia la carga de trabajo de la consola para ofrecer imágenes más espectaculares- que «mezcla la parte narrativa y la jugable sin costuras. Todo fluye desde el principio hasta el final, lo que convierte el título en una experiencia emotiva y profunda», dice Pessino sobre un juego que lleva en la cabeza de sus responsables desde el año 2005.

Fue entonces cuando Ru Weerasuriya, director creativo del estudio, comenzó a tejer los mimbres del mundo en el que se desarrolla el juego. «Cuando se hace la segunda parte de una película -razona Pessino-, se tiende a estirar la historia y no siempre queda bien». Conscientes de que tenían una gran franquicia entre manos, Weerasuriya elaboró un mundo «lleno de detalles y eventos en el que todo tiene sus motivaciones. Es un proceso -cuenta Pessino- en el que ni siquiera está pensando en crear un juego». Una vez completado el entorno, el equipo decidió qué momento se extraería para desarrollar el título.

Finalmente se optó por recrear el Londres victoriano y todo empezó a cobrar sentido. «Se trataba de mezclar historia y fantasía de tal manera que los jugadores acabaran preguntándose qué aspectos eran reales y en qué momento empezaba la fantasía». Así las cosas, parte del equipo se desplazó a Londres durante dos semanas y tomó miles de fotografías de algunos de los lugares más emblemáticos de la ciudad. En aras de dar más verosimilitud al proyecto, el estudio ha dado algunos papeles a personajes históricos como el Marqués de Lafayette o el ingeniero Nikola Tesla. Este último, genio inventor, hace las veces de 'Q' en James Bond y creará el arsenal de armas que utilizará la orden.

Precisamente, el de las armas es uno de los elementos del juego en los que más hincapié hace Pessino. «Lo mejor es que cada una de ellas tiene algo singular», explica. En este sentido, apunta a que en los niveles difíciles aportará un toque estratégico al título y obligará al jugador a pensar qué armas son adecuadas para acabar con el enemigo.

¿Y qué hace De la Iglesia en esta presentación? El cineasta bilbaíno se ha ocupado de localizar el título en España. «Es mucho más difícil que doblar una película porque aquí los actores no cuentan con imagen real y tienen que trabajar con muy pocas referencias». El director de 'El día de la Bestia' asegura haber intentado molestar «lo menos posible en el estudio de grabación», si bien ha puesto la voz a dos personajes muy secundarios. «Es una joya en movimiento», afirma. Habrá que esperar al 20 de febrero para comprobarlo.

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