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J. MARTÍNEZ
VALENCIA.
Lunes, 14 de mayo 2018, 01:03
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Dieciséis hombres y veintiuna mujeres han perdido la vida a manos de sus hijos en 33 parricidios, cuatro de ellos dobles, cometidos desde el año 2000 en la Comunitat Valenciana. Los diagnósticos de los forenses se repiten en la mayoría de los juicios a jóvenes que apuñalaron, estrangularon o golpearon hasta la muerte a un ser querido y odiado por su mente enferma. Delirios transitorios, alucinaciones, manías persecutorias o brotes de esquizofrenia acaban muchas veces en tragedia.
El consumo de drogas o la negativa a medicarse agrava las consecuencias de los episodios violentos en la mayoría de los casos. El 30 de junio de 2017, David J. mató a tiros a sus padres en Paterna. Las víctimas encerraban a su hijo en casa por las noches para impedir que consumiera droga. «He matado a mis padres por no dejarme ir a por marihuana», dijo el parricida cuando lo detuvieron. Antes del doble crimen, David había sido de arrestado varias veces por diferentes delitos, pero nunca por agredir a sus padres.
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