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Nueva York frente al terror

Martes, 12 de diciembre 2017, 01:16

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La ciudad de Nueva York vivió este lunes otra jornada de terror. Akayed Ullah, un musulmán llegado hace siete años a Estados Unidos, detonó un artefacto casero «de baja calidad», y solo él resultó herido. Ullah buscaba vengarse de Estados Unidos por reconocer a Jerusalén como capital de Israel. Tras la explosión, fue detenido inmediatamente y ya está en prisión a la espera de su juicio. Las estaciones de metro del área fueron evacuadas sin pánico, los convoyes siguieron funcionando pero sin detenerse en esas estaciones. Los neoyorkinos intentan ya seguir con sus vidas.

afp/reuters/efe
La ciudad de Nueva York vivió este lunes otra jornada de terror. Akayed Ullah, un musulmán llegado hace siete años a Estados Unidos, detonó un artefacto casero «de baja calidad», y solo él resultó herido. Ullah buscaba vengarse de Estados Unidos por reconocer a Jerusalén como capital de Israel. Tras la explosión, fue detenido inmediatamente y ya está en prisión a la espera de su juicio. Las estaciones de metro del área fueron evacuadas sin pánico, los convoyes siguieron funcionando pero sin detenerse en esas estaciones. Los neoyorkinos intentan ya seguir con sus vidas.
La ciudad de Nueva York vivió este lunes otra jornada de terror. Akayed Ullah, un musulmán llegado hace siete años a Estados Unidos, detonó un artefacto casero «de baja calidad», y solo él resultó herido. Ullah buscaba vengarse de Estados Unidos por reconocer a Jerusalén como capital de Israel. Tras la explosión, fue detenido inmediatamente y ya está en prisión a la espera de su juicio. Las estaciones de metro del área fueron evacuadas sin pánico, los convoyes siguieron funcionando pero sin detenerse en esas estaciones. Los neoyorkinos intentan ya seguir con sus vidas.

La ciudad de Nueva York vivió este lunes otra jornada de terror. Akayed Ullah, un musulmán llegado hace siete años a Estados Unidos, detonó un artefacto casero «de baja calidad», y solo él resultó herido. Ullah buscaba vengarse de Estados Unidos por reconocer a Jerusalén como capital de Israel. Tras la explosión, fue detenido inmediatamente y ya está en prisión a la espera de su juicio. Las estaciones de metro del área fueron evacuadas sin pánico, los convoyes siguieron funcionando pero sin detenerse en esas estaciones. Los neoyorkinos intentan ya seguir con sus vidas.

afp/reuters/efe
La ciudad de Nueva York vivió este lunes otra jornada de terror. Akayed Ullah, un musulmán llegado hace siete años a Estados Unidos, detonó un artefacto casero «de baja calidad», y solo él resultó herido. Ullah buscaba vengarse de Estados Unidos por reconocer a Jerusalén como capital de Israel. Tras la explosión, fue detenido inmediatamente y ya está en prisión a la espera de su juicio. Las estaciones de metro del área fueron evacuadas sin pánico, los convoyes siguieron funcionando pero sin detenerse en esas estaciones. Los neoyorkinos intentan ya seguir con sus vidas.
La ciudad de Nueva York vivió este lunes otra jornada de terror. Akayed Ullah, un musulmán llegado hace siete años a Estados Unidos, detonó un artefacto casero «de baja calidad», y solo él resultó herido. Ullah buscaba vengarse de Estados Unidos por reconocer a Jerusalén como capital de Israel. Tras la explosión, fue detenido inmediatamente y ya está en prisión a la espera de su juicio. Las estaciones de metro del área fueron evacuadas sin pánico, los convoyes siguieron funcionando pero sin detenerse en esas estaciones. Los neoyorkinos intentan ya seguir con sus vidas.

La ciudad de Nueva York vivió este lunes otra jornada de terror. Akayed Ullah, un musulmán llegado hace siete años a Estados Unidos, detonó un artefacto casero «de baja calidad», y solo él resultó herido. Ullah buscaba vengarse de Estados Unidos por reconocer a Jerusalén como capital de Israel. Tras la explosión, fue detenido inmediatamente y ya está en prisión a la espera de su juicio. Las estaciones de metro del área fueron evacuadas sin pánico, los convoyes siguieron funcionando pero sin detenerse en esas estaciones. Los neoyorkinos intentan ya seguir con sus vidas.

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La ciudad de Nueva York vivió este lunes otra jornada de terror. Akayed Ullah, un musulmán llegado hace siete años a Estados Unidos, detonó un artefacto casero «de baja calidad», y solo él resultó herido. Ullah buscaba vengarse de Estados Unidos por reconocer a Jerusalén como capital de Israel. Tras la explosión, fue detenido inmediatamente y ya está en prisión a la espera de su juicio. Las estaciones de metro del área fueron evacuadas sin pánico, los convoyes siguieron funcionando pero sin detenerse en esas estaciones. Los neoyorkinos intentan ya seguir con sus vidas.
La ciudad de Nueva York vivió este lunes otra jornada de terror. Akayed Ullah, un musulmán llegado hace siete años a Estados Unidos, detonó un artefacto casero «de baja calidad», y solo él resultó herido. Ullah buscaba vengarse de Estados Unidos por reconocer a Jerusalén como capital de Israel. Tras la explosión, fue detenido inmediatamente y ya está en prisión a la espera de su juicio. Las estaciones de metro del área fueron evacuadas sin pánico, los convoyes siguieron funcionando pero sin detenerse en esas estaciones. Los neoyorkinos intentan ya seguir con sus vidas.

La ciudad de Nueva York vivió este lunes otra jornada de terror. Akayed Ullah, un musulmán llegado hace siete años a Estados Unidos, detonó un artefacto casero «de baja calidad», y solo él resultó herido. Ullah buscaba vengarse de Estados Unidos por reconocer a Jerusalén como capital de Israel. Tras la explosión, fue detenido inmediatamente y ya está en prisión a la espera de su juicio. Las estaciones de metro del área fueron evacuadas sin pánico, los convoyes siguieron funcionando pero sin detenerse en esas estaciones. Los neoyorkinos intentan ya seguir con sus vidas.

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La ciudad de Nueva York vivió este lunes otra jornada de terror. Akayed Ullah, un musulmán llegado hace siete años a Estados Unidos, detonó un artefacto casero «de baja calidad», y solo él resultó herido. Ullah buscaba vengarse de Estados Unidos por reconocer a Jerusalén como capital de Israel. Tras la explosión, fue detenido inmediatamente y ya está en prisión a la espera de su juicio. Las estaciones de metro del área fueron evacuadas sin pánico, los convoyes siguieron funcionando pero sin detenerse en esas estaciones. Los neoyorkinos intentan ya seguir con sus vidas.

La ciudad de Nueva York vivió este lunes otra jornada de terror. Akayed Ullah, un musulmán llegado hace siete años a Estados Unidos, detonó un artefacto casero «de baja calidad», y solo él resultó herido. Ullah buscaba vengarse de Estados Unidos por reconocer a Jerusalén como capital de Israel. Tras la explosión, fue detenido inmediatamente y ya está en prisión a la espera de su juicio. Las estaciones de metro del área fueron evacuadas sin pánico, los convoyes siguieron funcionando pero sin detenerse en esas estaciones. Los neoyorkinos intentan ya seguir con sus vidas.

afp/reuters/efe
La ciudad de Nueva York vivió este lunes otra jornada de terror. Akayed Ullah, un musulmán llegado hace siete años a Estados Unidos, detonó un artefacto casero «de baja calidad», y solo él resultó herido. Ullah buscaba vengarse de Estados Unidos por reconocer a Jerusalén como capital de Israel. Tras la explosión, fue detenido inmediatamente y ya está en prisión a la espera de su juicio. Las estaciones de metro del área fueron evacuadas sin pánico, los convoyes siguieron funcionando pero sin detenerse en esas estaciones. Los neoyorkinos intentan ya seguir con sus vidas.
La ciudad de Nueva York vivió este lunes otra jornada de terror. Akayed Ullah, un musulmán llegado hace siete años a Estados Unidos, detonó un artefacto casero «de baja calidad», y solo él resultó herido. Ullah buscaba vengarse de Estados Unidos por reconocer a Jerusalén como capital de Israel. Tras la explosión, fue detenido inmediatamente y ya está en prisión a la espera de su juicio. Las estaciones de metro del área fueron evacuadas sin pánico, los convoyes siguieron funcionando pero sin detenerse en esas estaciones. Los neoyorkinos intentan ya seguir con sus vidas.

La ciudad de Nueva York vivió este lunes otra jornada de terror. Akayed Ullah, un musulmán llegado hace siete años a Estados Unidos, detonó un artefacto casero «de baja calidad», y solo él resultó herido. Ullah buscaba vengarse de Estados Unidos por reconocer a Jerusalén como capital de Israel. Tras la explosión, fue detenido inmediatamente y ya está en prisión a la espera de su juicio. Las estaciones de metro del área fueron evacuadas sin pánico, los convoyes siguieron funcionando pero sin detenerse en esas estaciones. Los neoyorkinos intentan ya seguir con sus vidas.

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La ciudad de Nueva York vivió este lunes otra jornada de terror. Akayed Ullah, un musulmán llegado hace siete años a Estados Unidos, detonó un artefacto casero «de baja calidad», y solo él resultó herido. Ullah buscaba vengarse de Estados Unidos por reconocer a Jerusalén como capital de Israel. Tras la explosión, fue detenido inmediatamente y ya está en prisión a la espera de su juicio. Las estaciones de metro del área fueron evacuadas sin pánico, los convoyes siguieron funcionando pero sin detenerse en esas estaciones. Los neoyorkinos intentan ya seguir con sus vidas.
La ciudad de Nueva York vivió este lunes otra jornada de terror. Akayed Ullah, un musulmán llegado hace siete años a Estados Unidos, detonó un artefacto casero «de baja calidad», y solo él resultó herido. Ullah buscaba vengarse de Estados Unidos por reconocer a Jerusalén como capital de Israel. Tras la explosión, fue detenido inmediatamente y ya está en prisión a la espera de su juicio. Las estaciones de metro del área fueron evacuadas sin pánico, los convoyes siguieron funcionando pero sin detenerse en esas estaciones. Los neoyorkinos intentan ya seguir con sus vidas.

La ciudad de Nueva York vivió este lunes otra jornada de terror. Akayed Ullah, un musulmán llegado hace siete años a Estados Unidos, detonó un artefacto casero «de baja calidad», y solo él resultó herido. Ullah buscaba vengarse de Estados Unidos por reconocer a Jerusalén como capital de Israel. Tras la explosión, fue detenido inmediatamente y ya está en prisión a la espera de su juicio. Las estaciones de metro del área fueron evacuadas sin pánico, los convoyes siguieron funcionando pero sin detenerse en esas estaciones. Los neoyorkinos intentan ya seguir con sus vidas.

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La ciudad de Nueva York vivió este lunes otra jornada de terror. Akayed Ullah, un musulmán llegado hace siete años a Estados Unidos, detonó un artefacto casero «de baja calidad», y solo él resultó herido. Ullah buscaba vengarse de Estados Unidos por reconocer a Jerusalén como capital de Israel. Tras la explosión, fue detenido inmediatamente y ya está en prisión a la espera de su juicio. Las estaciones de metro del área fueron evacuadas sin pánico, los convoyes siguieron funcionando pero sin detenerse en esas estaciones. Los neoyorkinos intentan ya seguir con sus vidas.

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La ciudad de Nueva York vivió este lunes otra jornada de terror. Akayed Ullah, un musulmán llegado hace siete años a Estados Unidos, detonó un artefacto casero «de baja calidad», y solo él resultó herido. Ullah buscaba vengarse de Estados Unidos por reconocer a Jerusalén como capital de Israel. Tras la explosión, fue detenido inmediatamente y ya está en prisión a la espera de su juicio. Las estaciones de metro del área fueron evacuadas sin pánico, los convoyes siguieron funcionando pero sin detenerse en esas estaciones. Los neoyorkinos intentan ya seguir con sus vidas.

La ciudad de Nueva York vivió este lunes otra jornada de terror. Akayed Ullah, un musulmán llegado hace siete años a Estados Unidos, detonó un artefacto casero «de baja calidad», y solo él resultó herido. Ullah buscaba vengarse de Estados Unidos por reconocer a Jerusalén como capital de Israel. Tras la explosión, fue detenido inmediatamente y ya está en prisión a la espera de su juicio. Las estaciones de metro del área fueron evacuadas sin pánico, los convoyes siguieron funcionando pero sin detenerse en esas estaciones. Los neoyorkinos intentan ya seguir con sus vidas.

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La ciudad de Nueva York vivió este lunes otra jornada de terror. Akayed Ullah, un musulmán llegado hace siete años a Estados Unidos, detonó un artefacto casero «de baja calidad», y solo él resultó herido. Ullah buscaba vengarse de Estados Unidos por reconocer a Jerusalén como capital de Israel. Tras la explosión, fue detenido inmediatamente y ya está en prisión a la espera de su juicio. Las estaciones de metro del área fueron evacuadas sin pánico, los convoyes siguieron funcionando pero sin detenerse en esas estaciones. Los neoyorkinos intentan ya seguir con sus vidas.
La ciudad de Nueva York vivió este lunes otra jornada de terror. Akayed Ullah, un musulmán llegado hace siete años a Estados Unidos, detonó un artefacto casero «de baja calidad», y solo él resultó herido. Ullah buscaba vengarse de Estados Unidos por reconocer a Jerusalén como capital de Israel. Tras la explosión, fue detenido inmediatamente y ya está en prisión a la espera de su juicio. Las estaciones de metro del área fueron evacuadas sin pánico, los convoyes siguieron funcionando pero sin detenerse en esas estaciones. Los neoyorkinos intentan ya seguir con sus vidas.

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