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Dispositivo policial en el pantano de Susqueda. Efe I Atlas

Los Mossos capturan al presunto asesino de los jóvenes del pantano de Susqueda

La policía catalana solo tienen dos tesis: o los jóvenes pillaron a Magentí in fraganti en una actividad ilegal o el móvil fue sexual

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Lunes, 26 de febrero 2018

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El asesino vivía a solo cinco kilómetros del pantano de Susqueda, en Gerona, ya había matado a su exmujer en 1997, solía frecuentar la zona del doble homicidio por su afición a la pesca y a la caza, y desde el principio fue el principal sospechoso de los Mossos d'Esquadra. Pero Jordi Magentí Gamell, de 60 años, no dejó pistas que le pudieran incriminar de forma inmediata. Los investigadores de la División de Investigación Criminal (DIC) de los Mossos han ido estrechando el cerco durante seis meses hasta que el propio asesino, sabedor de que la policía ya había descartado las otras vías de investigación, se puso nervioso y comenzó a planear su huida a Colombia, donde ya se encuentra su nueva esposa, de esa nacionalidad.

Magentí, que hasta a primera hora de la noche no ha admitido su participación en los hechos, fue arrestado hoy a primera hora en la comisaría de Santa Coloma de Farners, hasta donde se había desplazado desde el pueblo en el que vivía, Anglès. Poco después fue detenido el hijo de Magentí, de 26 años, en la localidad de Salt, aunque la policía no le considera autor material del doble homicidio.

El jefe de la División de Investigación Criminal de los Mossos d'Esquadra, Antonio Rodríguez, fue tajante: la policía no alberga «ninguna duda» de que Jordi Magentí Gamell fue el asesino material de Paula Mas Pruna y Marc Hernández López, de 21 y 23 años, el pasado 24 de agosto. A ella le disparó en la cabeza. A él en un costado del tronco y le apuñaló.

Los Mossos van montando el puzle pero todavía faltan piezas, admiten desde el cuerpo autonómico. El arma sigue sin aparecer. Y sobre todo, no se conoce el móvil. La policía catalana descarta absolutamente que Magentí tuviera alguna relación previa con la pareja del Maresme. Los investigadores también han desechado de «manera categórica» que el cazador pudiera haber obrado por encargo o que los dos jóvenes estuvieran envueltos en algo turbio.

De bruces

La única tesis que se baraja es que las víctimas se toparon de bruces con su asesino al final del barranco de la fuente de Cal Borni, en la parte más oriental del pantano, la más cercana a Anglès y la que más solía frecuentar Magentí para la pesca de truchas y siluros. Marc y Paula, explican fuentes de la investigación, se habrían encontrado con su verdugo la tarde del jueves 24 de agosto (últimas conexiones de sus teléfonos móviles), apenas instantes después de llegar al pantano, tras hinchar el kayak con el que pretendían remar en Susqueda, pero antes incluso de desembalar sus enseres para la acampada.

Con esta premisa los Mossos solo tienen dos tesis sobre el móvil del doble homicidio: o los jóvenes pillaron a Magentí en «algún tipo de acto ilegal» y el cazador los mató para garantizar su silencio o el asesino intentó agredir sexualmente a la joven. La autopsia de los cuerpos, que fueron encontrados el 26 de septiembre en muy mal estado de conservación y lastrados con piedras para que no emergieran a la superficie, no pudo certificar si hubo agresión sexual.

Magentí ha sido sometido a estrecha vigilancia desde principios del pasado septiembre. En aquellas fechas fue interrogado como sospechoso, pero lo negó todo, como hizo hoy. Aseguró que el 24 de agosto no había acudido el pantano. Sí el día posterior. Sin embargo, fueron varios los vecinos aseguraron haber visto el día del homicidio su cuatro por cuatro blanco, un Land Rover Defender, por la zona. Las cámaras de seguridad también grabaron al vehículo circulando por las inmediaciones del pantano a esas horas.

Desde el principio, además, los Mossos apuntaron a que el asesino, sin lugar a dudas, era alguien que conocía los intricados vericuetos de Susqueda a la perfección. Tanto como para, tras asesinar a los dos chavales, llevar a través de once kilómetros de sinuosas pistas forestales su Opel Zafira para hundirlo en una playa donde la profundidad es muy superior al resto del pantano.

La captura de Magentí desató de inmediato tres registros para, sobre todo, intentar encontrar el arma con la que se perpetró el doble crimen y otras pruebas que les vinculen con los dos asesinatos. Los funcionarios autonómicos registraron, en presencia del detenido, la casa de la madre del sospechoso en Anglès; otra propiedad en el mismo municipio, Can Cuixa, la vivienda familiar en la que actualmente residía el detenido, y la casa de Salt donde vivía su hijo.

Magentí será puesto en breve a disposición del Juzgado 2 de Santa Coloma de Farners, que asumió la instrucción del caso y que ha mantenido un estricto secreto de las actuaciones para evitar la huida a Colombia del sospechoso, la espada de Damocles que han tenido los investigadores durante estos meses sobre sus cabezas.

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