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Labores de búsqueda en la vivienda del presunto asesino.
Tres detenidos por su presunta implicación en la desaparición y asesinato de un hombre en 2015

Tres detenidos por su presunta implicación en la desaparición y asesinato de un hombre en 2015

En un minucioso registro realizado en el domicilio del presunto autor material en Toledo se hallaron enterrados en el jardín restos de la ropa de la víctima, un hueso y un hacha

J.V. Muñoz-Lacuna

Viernes, 26 de mayo 2017, 09:47

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Nobody gets out alive anyway (Nadie consigue salir vivo, de todas formas). Así reza el póster que la Policía Nacional ha encontrado en el chalet de Illescas (Toledo) donde presuntamente fue asesinado y enterrado Cándido Español López, que desapareció misteriosamente en septiembre de 2015 en Parla (Madrid). Un crimen por el que tres personas han sido detenidas, una dea, el propietario de la vivienda, como presunto autor material de la muerte y las otras dos como cómplices.

Cándido tampoco consiguió salir vivo de este chalet con parcela y piscina, situado en una urbanización de Illescas, donde los agentes han localizado restos de la ropa de la víctima había salido de su casa con una camiseta negra, un bañador azul y unas chanclas-, un hueso y un hacha con el que presuntamente fue descuartizado.

Cuando sus familiares denunciaron la desaparición, la Policía pensó que podría haberse marchado de forma voluntaria. Sin embargo, la investigación dio un giro a principios de este año y los agentes sospecharon de que Cándido podría haber sido víctima de un ajuste de cuentas relacionado con el tráfico de drogas.

Tres disparos

Según la Policía, el mismo día de su desaparición, el 4 de septiembre de 2015, Cándido fue citado a la casa de Illescas por uno de los ahora detenidos. Allí fue engañado para que le acompañara al garaje donde recibió tres disparos que acabaron con su vida. El cadáver fue ocultado en un primer momento en un arcón congelador y más tarde fue enterrado en el jardín, entre la piscina y la valla perimetral de la parcela donde los agentes, ayudados por una excavadora, han encontrado los restos de ropa, un hueso y un hacha gracias a un georadar y a un perro de la Unidad Canina de la Policía.

Según los investigadores, el dueño de la casa, que no se fiaba de los vecinos, lo desenterró más tarde y lo introdujo en un barril con una mezcla de sosa cáustica, amoníaco y ácido. Una vez deshecho el cadáver, esparció los restos por diversos caminos de la tierra de la zona.

En el registro realizado en el chalet, la Policía también ha encontrado un revólver y 40 gramos de cocaína.

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