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Condenado a 11 años de cárcel por abusar del nieto de su pareja durante dos años

Carlos César N.N., de 59 años solía hacer que el niño, que entonces tenía 6 años, le acompañase al cobertizo

efe

Viernes, 26 de mayo 2017, 14:42

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Un tribunal ha impuesto once años de prisión por abusar sexualmente de forma continuada de un menor de edad, nieto de su compañera sentimental, en la localidad alicantina de Gata de Gorgos.

La sentencia, dictada el pasado 22 de mayo por la sección décima de la Audiencia Provincial de Alicante, declara probado que los abusos se repitieron en varias ocasiones entre 2014 y hasta el 22 de agosto de 2016, cuando la víctima tenía entre 6 y 8 años.

Ese último día, el acusado, Carlos César N.N., de 59 años, aprovechó una de las visitas que el niño solía realizar a una zona de campo del municipio e hizo que le acompañase al cobertizo que había en un bancal.

Allí, según el fallo, que puede ser recurrido ante el Tribunal Supremo, tumbó al pequeño en una cama, lo desnudó, le masturbó, le practicó una felación y, al acabar, le dijo: "ahora te toca a ti".

"Estos hechos ya se habían repetido en más ocasiones durante dos años atrás en el mismo lugar y en una ocasión en la vivienda del procesado en Gata de Gorgos", añaden los magistrados.

Carlos César N.N. negó haber abusado del nieto de su pareja durante el juicio, que se celebró el día 15 de este mes, y solo admitió que había mantenido con él, a petición suya, alguna conversación de temática sexual.

No obstante, los magistrados destacan en la sentencia la declaración de un testigo, compañero sentimental de la madre del menor, que fue quien sorprendió en el cobertizo al sospechoso con el pantalón y la camisa desabrochados, y el "pene en erección".

Este testigo preguntó a la víctima qué había pasado y el niño le confesó que Carlos le había hecho una felación "y quería que le hiciera lo mismo a él".

El propio niño, que deberá ser indemnizado por el pederasta con 12.000 euros por los daños morales, explicó durante el juicio que esos hechos se habían repetido varias veces durante dos años, cuando acudía al bancal a jugar, unas veces solo y otras con una niña de su edad.

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