Cae una banda de ladrones de joyas con herramientas para forzar cualquier puerta

valencia. «Tenían instrumentos para forzar cualquier tipo de puerta y cerradura, conocían todos los métodos de robo y hasta fabricaban herramientas artesanalmente». Un mando de la Policía Nacional resumió así las características de un activa banda de ladrones de joyas desmantelada en Valencia. Son cuatro búlgaros a los que los agentes imputan una veintena de robos en la ciudad, Pamplona y Zaragoza. Les han confiscado un sinfín de utensilios para forzar puertas de viviendas, joyas con un valor aproximado de 50.000 euros, inhibidores de frecuencia y hasta lanzas térmicas para forzar cajas fuertes.

La investigación sobre el grupo, vinculado a clanes búlgaros de la delincuencia, comenzó en 2016. Fue a partir de un robo cometido en Pamplona en el que se apoderaron de dinero en efectivo y joyas por valor de 30.000 euros. La policía descubrió que se trataba de un grupo itinerante con movilidad por toda España. El líder de la banda, su mujer y otros dos búlgaros componían la banda, que acabó asentada en Valencia.

Uno de ellos era el considerado como 'cerebro'. Seleccionaba los objetivos y también participaba en las sustracciones. Se desplazaba a diario desde Zaragoza a Valencia a primera hora de la mañana y en días alternos. Después recorría a pie la ciudad para seleccionar aquellas casas en las que entrar a robar. Por esta labor cobraba 1.000 euros semanales.

Según los investigadores, «no valía cualquier vivienda». Su objetivo era aquellas «de zonas de nivel medio o alto en las que sabían que podía haber joyas de alto valor». Eso lo lograban espiando a los moradores, estudiando sus movimientos y actuando en los momentos propicios, generalmente durante las mañanas de días laborables.

La Policía Nacional ha encontrado pruebas de su implicación en cuatro robos en Valencia desde 2011. Sus métodos eran tan variados como llaves, bombines y cerrojos existen. Uno de los grupos más profesionales desmantelados en España. Si era preciso clonar una llave sabían cómo hacerlo. Si se trataba de agujerear un bombín contaban con la herramienta necesaria. Disponían de un artefacto a modo de periscopio para reventar mirillas y espiar en el interior de las casas. También un estetoscopio para detectar cualquier sonido.

Dos trasteros para el botín

Una vez conseguían las joyas, las guardaban en dos trasteros de Valencia. Cada cierto tiempo, el líder del grupo se desplazaba a Madrid y allí contactaba con un perista de su confianza. Su esposa realizaba tareas de apoyo. Fue precisamente en uno de estos desplazamientos cuando los policías que seguían sus movimientos decidieron intervenir.

El principal sospechoso fue detenido el 14 de marzo en Siete Aguas. A partir de ese momento, se produjo el resto de detenciones de manera simultánea. En los trasteros, estratégicamente alejados de la casa del cabecilla, la policía descubrió su 'arsenal' de herramientas de robo.

Los agentes se incautaron de un arma de fuego robada en la casa de un militar, multitud de joyas y monedas antiguas que van a ser examinadas por expertos. También guardaban una careta, una gorra y prendas para ocultarse en los asaltos. Su material para robar se completaba con bombonas de oxígeno o acetileno para alimentar las lanzas térmicas. Tres de los arrestados han ingresado en prisión y la mujer ha quedado en libertad.