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Otro marroquí que frecuentaba la mezquita de Benetússer se une al Daesh

Otro marroquí que frecuentaba la mezquita de Benetússer se une al Daesh

El islamista se radicalizó en Valencia y su familia sospecha que murió hace meses en Siria

Javier Martínez

Jueves, 23 de marzo 2017, 16:21

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La sombra de la denominada «yihad de la palabra» vuelve a planear sobre la Comunitat Valenciana. La detención ayer en Benetússer de un presunto adoctrinador y colaborador de la organización terrorista Daesh, Noureddine M., de 45 años, causó gran indignación y sorpresa entre los vecinos de esta población y la comunidad musulmana. A este arresto se une el viaje a Siria que realizó otro marroquí que frecuentaba la mezquita de esta localidad valenciana. Según las investigaciones de la Guardia Civil, este segundo individuo se llama Samir y se habría unido a los terroristas islamistas tras radicalizarse en Valencia.

Noureddine realizaba funciones de imán desde hace varios meses en la mezquita situada en la calle Literato Azorín de Benetússer, aunque sus actividades proselitistas a través de internet lo habrían convertido en «una amenaza real contra la seguridad pública», según informó ayer el Ministerio del Interior. Noureddine empleaba las redes sociales para llevar a cabo un efectivo adoctrinamiento terrorista, presuntamente, fundamentado en la difusión de contenidos violentos, inicialmente en favor de Al Qaeda y, en la actualidad, del grupo terrorista Daesh.

A través de distintos perfiles virtuales y bajo nombres asociados a la épica yihadista, el marroquí nacionalizado español publicaba de forma reiterada mensajes sobre adiestramiento en tácticas de combate y ensalzaba también los atentados cometidos por Daesh en Siria y otros países de Europa. Los investigadores de la Policía Nacional pudieron constatar que Noureddine hacía especial hincapié en conceptos radicales básicos, como antesala de cualquier actividad terrorista, y consideraba la yihad como «un deber ineludible», al igual que, «la imposición de la sharía, de la lucha y la acción contra el enemigo», según señalaron las mismas fuentes del Ministerio del Interior.

El detenido se encontraba muy integrado en la comunidad musulmana de Benetússer, si bien desarrollaba las labores de adoctrinamiento y captación terrorista a través de internet. De esta forma preservaba en cierta medida su anonimato y aprovechaba la enorme difusión de la red de redes y su eficacia. Uno de los responsables de la Asociación Cultural Islámica Al-Andalus de Benetússer, donde Noureddine rezaba a diario y realizaba también funciones de imán los viernes, aseveró ayer que no habían detectado la supuesta radicalización del sospechoso. «Es una buena persona. Lleva mucho tiempo con nosotros y no podemos creer que esté relacionado con el terrorismo yihadista», aseguró el líder musulmán.

Sin embargo, durante el desarrollo de las investigaciones policiales, los agentes expertos en la lucha antiyihadista constataron en los comportamientos y mensajes de Noureddine todas las fases del proceso de radicalización terrorista: exaltación del victimismo (mediante la difusión de contenidos sobre supuestos padecimientos de la población musulmana); personalización de la culpa (focalizando en imágenes el odio hacia la sociedad occidental); búsqueda de la solución en la auténtica fe (instando a sus seguidores al cumplimiento estricto de los dictados religiosos); y finalmente, el activismo (alentando a la comisión de atentados) y el ensalzamiento del terrorismo de Daesh como ejemplo a seguir.

Otro marroquí que frecuentaba la mezquita viajó a Siria hace un año para combatir tras ser captado por yihadistas, según una investigación de la Guardia Civil. Su mujer y sus dos hijos, que residen en el Parque Alcosa, temen por su vida e incluso sospechan que murió hace varios meses.

La operación antiyihadista, que continúa abierta, fue realizada por agentes de la Comisaría General de Información de la Policía Nacional en colaboración con las brigadas de Valencia y Torrent. El Grupo de Información de la Guardia Civil de Valencia también había vigilado al sospechoso al detectar su presunta actividad de captación de yihadistas, pero la Policía Nacional asumió la investigación después de que ambos cuerpos cotejaran los datos y analizaran las indagaciones que estaban más avanzadas.

La detención de Noureddine tuvo lugar sobre las cinco y media de la madrugada de ayer tras asaltar la policía su vivienda en el número 2 de la calle Madrid, en la barriada Los Grupos de Benetússer. Tras golpear la puerta con un ariete, un grupo de agentes irrumpió en la casa y detuvo al sospechoso en pocos segundos. Su mujer y sus tres hijos de 2, 4 y 8 años estaban durmiendo, al igual que el cabeza de familia, y se despertaron con los primeros golpes. También se asustaron los vecinos que residen en la vivienda contigua. La operación policial fue realizada bajo la supervisión del Juzgado Central de Instrucción número 1, y la coordinación de la Fiscalía de la Audiencia Nacional.

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